Jomeini anuncia una depuración en la justicia iraní

El imán Jomeini anunció ayer, segundo aniversario de la creación de la República Islámica de Irán, una depuracián en el seno del poder judicial de su país, hegemonizado por el sector fundamentalista. Jomeini, que se mostró inquieto por el hecho de que algunos clérigos tengan responsabilidades pendientes ante los tribunales de justicia, pidió a los jefes de los guardias de la revolución pasdarán, que impidan la injerencia de algunos de sus subordinados en las tareas de los tribunales. Asimismo, el imán se felicitó por el retroceso de las luchas entre las distintas facciones políticas de Irán.Irán celebró ayer, con manifestaciones en las principales ciudades, el segundo aniversario de la República Islámica, proclamada el 1 de abril de 1979, tras haber obtenido un 99% de votos favorables en un referéndum.

En estos años, cuatro problemas han impedido la normalización de la vida intema iraní: las relaciones con Estados Unidos, centradas en el tema de los rehenes norteamericanos, la crisis económica, la guerra con Irak y el enfrentamiento entre los dirigentes laicos y fundamentalistas iraníes.

La proclamación de la República Islámica fue el último episodio de una revolución iniciada con la salida del sha de Irán, el 16 de enero de 1979, y el regreso del ayatollah Jomeini, que, desde Francia, había canalizado en los últimos dos años la oposición al régimen imperial, con un número de muertos que se elevaba a varias decenas de miles de personas.

Monarquía abolida

El ayatollah jomeini declaró abolida la monarquía e instituyó el 1 de abril de 1979 como día de la República Islámica.El 2 de agosto de 1979 fueron elegidos los 75 miembros que debían integrar una asamblea constituyente para redactar la nueva Constitución del país. Todos los escaños fueron ocupados por representantes del clero islámico, aunque todavía no había tomado cuerpo la oposición entre laicos y fundamentalistas.

Esta confrontación apareció algunos meses después, cuando el 4 de noviembre un grupo de estudiantes tomó la Embajada de Estados Unidos en Teherán, reteniendo a cincuenta ciudadanos norteamericanos, en una crisis que se prolongó durante un año y cuatro meses.

El Gobiemo de Bazargan, nombrado por Jomeini, partidario de una negociación rápida del tema fue derrotado y presentó su dimisión el 6 de noviembre. Sus funciones fueron asumidas por el Consejo de la Revolución, creado por Jomeini poco antes de salir de Francia y con una mayoría de sus miembros partidarios de la línea fundamentalista.

Las diferencias se agravaron cuando, en las elecciones presidenciales del 25 de enero de 1980, fue elegido por casi un 80% de los votos Abolhassan Banisadr, ex ministro de Economía, de formación intelectual francesa.

Poco después, las elecciones parlamentarias, celebradas en dos vueltas, los días 14 de marzo y 9 de mayo de 1980, dieron la victoria al Partido de la República Islámica, que controló el 65% de los 270 escaños del Parlamento (Majlis).

Nuevo primer ministro

Aunque las reuniones del Parlamento comenzaron en mayo, la discusión del asunto de los rehenes y la creciente oposición entre el Partido de la República Islámica, fundamentalista (PRI) y Banisadr motivaron que hasta el 11 de agosto no fuese elegido primer ministro Mohamed Ali Rayai, ex ministro de Educación, muy vinculado a las ideas del Partido de la República Islámica.Pese a ello, los poderes que la Constitución concede al presidente -con derecho de veto sobre el nombramiento de los ministros- impidieron el normal funcionamiento del Gobierno, hasta el punto de que aún quedan dos carteras por ocupar, incluida la de Asuntos Exteriores.

Este enfrentamiento, que no fue mitigado por el comienzo de la guerra con Irak en septiembre pasado, culminó cuando, a principios de marzo, el presidente del Tribunal Supremo, a su vez máximo dirigente del PRI, Bejesti, anunció el procesamiento de Banisadr por unos incidentes ocurridos en un mitin.

La influencia del ayatollah Jomeini puso fin a esta situación al confirmar a Banisadr en su cargo y prohibir a los representantes de las dos tendencias pronunciar discursos mientras durase la guerra, motivo por el cual las únicas intervenciones de hoy en la conmemoración de la República Islámica se limitarán a la lectura de un mensaje del máximo líder iraní.