Empresarios de ocho países industrializados se inclinan por la reconversión sectorial

La conferencia de los grupos nacionales del Comité para el Desarrollo Económico (CED) celebrada ayer en Madrid sobre Políticas interindustriales nacionales e interdependencia internacional no puso fin al dilema de enfocar la política industrial a través de ayudas a la reconversión sectorial o ayudas a las empresas individuales. La mayor parte, no obstante, de los participantes, empresarios de ocho países, se inclinaron por la vía de ayudas a la reconversión de los sectores industriales.

Otras conclusiones de la conferencia, en la que intervinieron representantes de los ocho grupos nacionales del Comité para el Desarrollo Económico (Estados Unidos, Australia, Japón, Suecia, Reino Unido, Francia, República Federal de Alemania y España, cuyo grupo es el Círculo de Empresarios) fueron las siguientes:- En un mundo crecientemente interdependiente es importante para todos los países reconocer las implicaciones internacionales de sus políticas económicas internas.

- Un objetivo importante de la política industrial debería ser la mejora del funcionamiento de la economía en términos de productividad y competitividad internacional.

- Las políticas industriales que funcionan mejor son las que ayudan al ajuste económico y no las que tratan de aplazarlo o detenerlo.

- Un mercado competitivo es el mejor vehículo para ajustarse al cambio económico, pero se reconoce que, cuando los resultados del mercado son inadecuados, la intervención gubernamental es necesaria.

- Es importante tomar acciones que conduzcan a que el trabajo y el capital se muevan hacia sus empleos más productivos. El grado de éxito de una economía en la tarea de hacer frente a un medio ambiente cambiante depende del funcionamiento del mercado de trabajo. Por tanto, la política económica debería conducir a un incremento en el grado de flexibilidad y de movilidad del factor trabajo.

- Cuatro aspectos importantes de la política industrial en un mundo interdependiente son subsidios, ayudas gubernamentales a nuevas tecnologías, compras gubernamentales y barreras no arancelarias.

- Ha habido un general reconocimiento de la necesidad de mejorar las políticas agrarias en vanos países. En relación con las Comunidades Europeas, es particularmente deseable ver cómo los actuales procedimientos de elaboración de decisiones en materia de política agraria se amplian a efectos de reflejar, tanto los intereses de los productores, comodelos consumidores.

- Un ingrediente especial para la solución a largo plazo del problema energético es el permitir a los precios internos de la energía moverse de acuerdo con las fuerzas del mercado. Las políticas nacionales encaminadas a la eliminación de restricciones en materia de precios energéticos contribuirán a la conservación de la energía así como a un incremento de la oferta energética.

José María López de Letona, vocal de la junta directiva del Círculo de Empresarios y presidente del Servicio de Empresas de Obras Públicas de Ámbito Nacional (SEOPAN), expuso en ponencia que la economía española atraviesa un período de crisis, especialmente industrial y las políticas seguidas frente a ella han obtenido escasos resultados debido a la incapacidad de las mismas para vencer las inercias que obstaculizan las transformaciones que necesita el sistema productivo.

Las políticas industriales seguidas, según el ponente, proporcionaron un reducido papel de la competencia vía precios, acompañado de un notable grado de intervencionismo administrativo en el funcionamiento global de los mercados industriales, un grado de los mercados industriales, un limitado grado de movilidad en el mercado de trabajo y una estructura financiera dominada por recursos externos. La resultante fue un «sistema productivo poco inclinado al riesgo y relativamente rígido».

Los criterios, según el ponente, que deberían inspirar la política de reconversión industrial son los siguientes: suprimir los obstáculos que dificultan la adaptabilidad de las industrias y posibilitar la desaparición de las empresas económicamente inviables; hacer posible un elevado grado de movilidad laboral; conocer los mecanismos de ayuda a los sectores en crisis; seguir el criterio de viabilidad económica para optar al apoyo público; aplicar la ayuda pública al sector y no a la empresa individual; establecer prioridades de sectores; definir los plazos de apoyo a los sectores en crisis, y precisar las contrapartidas que se exijan a cambio de la ayuda.

«Los problemas económicos de España podrían resolverse más fácilmente una vez que este país sea miembro de la CEE y una vez que intensifique la colaboración con los demás países del Mercado Común», manifestó ayer a Efe el ex presidente de la República Federal de Alemania Walter Scheel.

Respecto a las medidas proteccionistas que están imponiendo los Gobiernos de distintos países, Walter Scheel aseguró que este tipo de soluciones no va a resolver los problemas económicos, «más bien vendrá a agravarlos. Los subsidios son una forma de proteccionismo y solamente están justificados cuando llevan a que, en un período limitado de tiempo y en un sector específico, se den, bien para ayudar al sector a revivir o bien para ayudarle a morir decentemente, sin los impactos sociales que podrían ser causados.