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La policía impidió el funeral por Aristimuño

Fuerzas de la Policía Nacional ocuparon ayer la localidad guipuzcoana de Hernani, de donde era natural el presunto militante de ETA muerto el domingo en Vitoria, José Manuel Aristimuño, impidiendo la e elebración de manifestaciones y asambleas. El cadáver de Aristimuño fue trasladado hasta Hernani por efectivos policiales, a espaldas de la familia, que decidió suspender el funeral de cuerpo presente.Los incidentes comenzaron a primera hora de la mañana, con colocación de barricadas en las carreteras de acceso. En las fábricas de la comarca se hicieron paros de protesta. A medida que transcurrió la mañana cerraron bares y comercios, y a mediodía Hernani se encontraba en huelga general.

Hacia las once, la Policía Nacional desmontó las barricadas que rodeaban la población y tomó posiciones en las calles. Un oficial y varios números penetraron en el Ayuntamiento y retiraron la bandera de Hernani y la ikurriña que un grupo de jóvenes había colocado a media asta en señal de duelo.

Entre las 7,30 y las 10.25 horas por otra parte, permaneció interrumpido el tráfico ferroviario por la línea Madrid-Hendaya en ambas direcciones, al haber sido saboteados los cables de alimentación eléctrica, algunos de cuyos contrapesos fueron descolgados entre Andoaín y San Sebastián. Los trenes de largo recorrido llegaron a su destino con retrasos de más de cuatro horas, y muchos viajeros perdieron los enlaces internacionales en Hendaya. El tráfico quedó completamente normalizado a las tres de la tarde.

El cadáver de José Manuel Aristimuño llegó a Hernani custodiado por la policía a las cuatro de la tarde. El traslado se efectuó a espaldas de la familia, a la que se impidió ver el cadáver en el hospital de Santiago, de Vitoria. En Hernani, la policía ordenó que fuera conducido al cementerio, y sólo permitió el acceso a familiares y a pequeños grupos de dos o tres personas. La familia decidió suspender el funeral que debía tener lugar por la tarde.

A las 19.15 horas, la Policía Nacional disolvió violentamente a unas trescientas personas que se encontraban en los soportales del Ayuntamiento cuando un reducido grupo inició un abucheo. Las personas que intentaban refugiarse en el Ayuntamiento, fueron aporreadas sin discriminación. También se propinaron golpes a mujeres que trataron de quedar al margen de los incidentes, a las que se intentó obligar a correr, y a algún informador después de haberse identificado como tal. Una mujer de 33 años, Arantxa Idígoras, fue trasladada a la residencia sanitaria con posibles fracturas, y hubo múltiples contusionados. A partir de ese momento, fuertes controles impidieron el acceso a quien no acreditara su residencia en Hernani. Tresjóvenes fueron detenidos al salir de un garaje, y otro, a media tarde, fue golpeado y conducido a un vehículo policial cuando hacia unas fotos.

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