Humanismos, hospitales y perros
He leído la noticia de la destitución del director de Traumatología de La Paz por pretender atender a su perra en la unidad de cuidados intensivos.No pretendo criticar ni mucho menos la decisión del director del Instituto Nacional de la Salud; sólo quiero apuntar que cuando tantos casos de, corrupción y fraude, en tantos estamentos y niveles, quedan sin sancionar y además silenciados, es excesiva tanta publicidad y tanto rigor como para destituir a un doctor, suponemos que con historial y méritos suficientes como para ostentar tal cargo en un tan importante centro como La Paz, y ello por un delito más espectacular que lesivo, motivado, supongo que por un, impulso de cariño a su perro.
Se dirá que hay clínicas veterinarias, no sé si con servicios de urgencia, que supongo que también habrá, pero que seguramente no se hubieran hecho cargo de unanimal qué ellos no hubieran intervenido y que lo fue en el departamento de cirugía experimental de La Paz.
En fin, creo que es demasiado jugarse el pan de cada día por el cariño hacia un animal y que ello merece, si bien una amonestacián o incluso una sanción, también un poco de humana comprensión./
