Golpe fallido en Mauritania

De EL PAIS del 19 de marzo, en el editorial cuyo título plagio para titular esta carta, recojo el siguiente párrafo: «Es evidente que la versión marroquí del suceso es inversa: no sólo no ha participado en el golpe», dice oficialmente, «sino que éste ha existido solamente como ficción y como parte de un compló más extenso contra Marruecos, para perjudicar su imagen tras los éxitos conseguidos en el terreno militar), diplomático, etcétera».Y es la pura y única verdad que el editorial de EL FAIS cuestiona maquiavélicamente con el entrecomillado de la palabra éxitos, que, aunque no le guste al autor, en el terreno de la realidad, ya está escrita con mayúscula y con la sangre de los hijos de un pueblo pacífico y hospitalario pero que no admitió nunca ni avasallamientos ni vejaciones.

Desde esta orilla del Estrecho seguimos -con los brazos abiertos y dispuestos lo mismo para el abrazo fraternal que para defender y salvaguardar el honor patrio- sin comprender la actitud de algunos sectores de la España democrática -aunque intuimos sus motivaciones- respecto al montaje del drama del Sahara, en cuyo guión se vislumbran diáfanamente nostálgicas y fascistas manos que han contribuido descaradamente -o quizá desesperadamente- en paradójica complicidad con otro fascismo más nefasto y oportunista, que enarbola falsamente, al igual que los corsarios, una bandera que no es la suya: el progresismo. /