La policía italiana incauta un alijo de droga por valor de 9.000 millones de pesetas
Investigaciones policiales que han durado más de cuatro meses han permitido la incautación de un total de 110 kilos de droga (heroína y morfina, fundamentalmente) cuyo valor supera los 8.000 millones de pesetas, en la región Italiana de Trentino-Alto Adigio.
Todo comenzó en el mes de diciembre pasado, cuando la policía detuvo en Verona a Giorgio Molon, antiguo presidiario neofascista, quien realizó declaraciones que permitieron el arresto, cerca de Trento, de Karl Kofler, un tirolés con numerosos antecedentes penales, en cuyo poder fue encontrado un alijo de 7,5 kilos de heroína camuflados en bidones de leche.Los policías venecianos, sin avisar a sus colegas de Bolzano, se dirigieron posteriormente a la villa Wunder, de la capital del Alto Adigio, y allí encontraron cincuenta kilos de morfina base, también disimulados en bidones de leche. Sin detener a nadie, los policías se volvieron a Venecia con el alijo, y fueron detenidos por la policía de Bolzano por exceso de velocidad. Mediante tan estrámbotico método, ambas policías entraron en contacto, y llegaron a la conclusión de que el dueño de la villa Wunder, Herbert Oberhofer, contrabandista notorio de armas y cigarrillos, es también un indicador (soplón) de los servicios secretos de la policía financiera italiana. Oberhofer, según se descubrió, no hace nunca declaraciones de impuestos, y su mujer, toxicómana, le sirve de tapadera en sus empresas. Cuando Oberhofer fue detenido, se encontraba con el vicedirector de la Caja de Ahorros de Bolzano y con uno de los más importantes constructores inmobiliarios del sur del Tirol.
Posteriormente; el jardinero de Oberhofer se hizo responsable de todo, y sobre él recayeron aparentemente todas las sospechas. Sin embargo, el magnate fue detenido por evasión de impuestos y por asociación delictiva. Fueron detenidos igualmente dos vicedirectores de bancos italianos, por tráfico de divisas y exportación ilegal de valores. Por su parte, Karl Kofler apareció muerto en la cárcel, en febrero, con la garganta abierta por una cuchilla de afeitar. Poco después, Oberhofer cayó enfermo de depresión nerviosa, y fue puesto en libertad. Esto dio lugar a una protesta de los toxicómanos encerrados en la misma cárcel, al considerar que el trato era discriminatorio. Por otra parte, la policía detuvo a Max Staffler, antiguo vicepresidente de la Asociación Industrial de Bolzano, y al heredero de una rica familia.
La policía financiera intentó averiguar de dónde viene el dinero que sirvió para adquirir la droga y dónde se encuentra el laboratorio que permitió la fabricación clandestina de los 110 kilos incautados.
En el Alto Adigio se tiene la impresión de que las investigaciones acaban apenas de empezar, y que las implicaciones más graves, y al más alto nivel político incluso, podrían llegar a aparecer en un próximo futuro.
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