La salvación de la industria papelera vasca pasa por su concentración y especialización

La industria papelera vasca debe orientarse hacia una estructura con menor número de empresas y mayor dimensión de cada unidad productiva, según se desprende de un informe sobre el sector elaborado por el Instituto Vasco de Estudios e Investigación (IKEI). El informe forma parte de un trabajo más amplio sobre reestructuración industrial en Euskadi del mencionado instituto, que funciona bajo el patrocinio de bancos, cajas de ahorro, cámaras de comercio y empresas del País Vasco.El estudio pone de relieve las dificultades con que se enfrenta el sector en Euskadi, a causa de la liberalización del comercio exterior en lo relativo a pasta papelera, los crecientes controles de contaminación ambiental y la mayor disponibilidad de ciertas materias primas en otras zonas del Estado. Estos factores han provocado el cierre de instalaciones que no resultaban competitivas y una caída de la participación vasca, incluyendo en el ámbito regional del estudio a Navarra, en la producción española de pasta, papel y cartón.

Según los redactores del estudio, las industrias del sector deberán abordar un proceso de reestructuración global en un plazo de ocho a diez años, que les permita mantener la competitividad, en especial frente a la perspectiva de integración en la Comunidad Económica Europea (CEE). Para ello, se sugiere la conveniencia de avanzar en la concentración de empresas, incrementando las dimensiones de cada una y facilitando un abaratamiento de costes. Para las empresas que desechen este proceso quedará como única posibilidad la alta especialización en productos cada vez más sofisticados. También se señala que puede resultar positiva la vinculación con capital extranjero, sobre todo en subsectores como el cartón de embalaje o el de papel tisú, este último con una capacidad de producción superior a la demanda, que precisa nuevas vías de comercialización.

Las empresas vascas del sector, según IKEI, se enfrentan en muchos casos con dificultades para su expansión por la falta de, espacio físico derivada de su emplazamiento. En cambio, no tienen mayores problemas de aprovisionamiento de materia prima, ya que existe en Euskadi un superávit de pino insignis, adecuado para la producción de pasta mecánica. IKEI señala que seria conveniente potenciar las plantas dedicadas a esta preparación a pesar del elevado consumo de energía que requieren, y abandonar la transformación de pasta química, mucho más contaminante y para cuya adquisición en el mercado exterior no existen ya problemas. Además, el estudio sugiere una mejora en las técnicas de tala maderera y una organización adecuada de la recuperación de papel usado.