El Pacto de Varsovia puede forzar la situación polaca con sus inminentes maniobras militares
Las inminentes maniobras de tropas del Pacto de Varsovia en Polonia constituyen una seria advertencia. Así lo creen los observadores occidentales en la capital soviética. Los ejercicios de los estados mayores y tropas de la URSS, República Democrática Alemana, Checoslovaquia y Polonia son algo más que una «maniobra disuasoria». En algunos círculos moscovitas se especula sobre esta cuestión y se afirma que las cosas habrán cambiado,una vez que finalicen estas prácticas militares.
Según fuentes solventes, no hay que descartar la posibilidad de que parte de estas fuerzas se quede en territorio polaco una vez que acaben estos ejercicios. En principio, no se espera que se produzca una intervención militar directa, pero se cree que las tropas de los países vecinos de Polonia tratarán de forzar un endurecimiento de la situación interna que no ha podido obtenerse con el nombramiento del general JaruceIski como presidente del Consejo de Ministros de Polonia.A primeros de marzo, unidades mecanizadas polacas y soviéticas llevaron a cabo ejercicios militares con efectivos reducidos.
Por su parte, la Unión Soviética habría explicado a Estados Unidos que los próximos ejercicios militares en Polonia no incluirían más que un número restringido de tropas y que las maniobras no necesitaban notificación previa, según anunció el diario Washington Star en su edición de ayer.
El diario, que citaba fuentes próximas al Departamento de Estado y al de Defensa, aseguró que el Kremlin respondió la pasada semana a las preguntas de la Embajada norteamericana en Moscú después del anuncio de las maniobras por parte soviética. Para el Kremlin, las maniobras no requieren su notificación previa, de acuerdo con los tratados de Helsinki, porque se trata de ejercicios, y que en ellos participarán menos de 25.000 soldados.
Un portavoz del Departamento de Estado, interrogado ayer sobre esta información, aseguró que si la Unión Soviética dio estas garantías ello no podía haberse producido más que en el, plazo de las últimas veinticuatro horas y que él no podía confirmarlas.
El pasado lunes, el Departamento dé Estado indicó que las precisiones soviéticas sobre la amplitud de estos ejercicios «reducirían considerablemente la tensión» creada por la situación en Polonia.
Silencio en la Prensa
La Prensa de Moscú no hace, prácticamente, referencia al tema de la situación polaca, pero los observadores creen detectar una preocupación creciente entre los dirigentes soviéticos.Hace mes y medio, cuando tomó posesión Jarucelski, propuso una «tregua social» de noventa días para normalizar la situación. Cuando sólo se ha cumplido la mitad del plazo, los planes del general parecen haber naufragado.
En estos días, cuando las tropas de los países vecinos de Polonia se preparan para participar en unas maniobras, junto con el Ejército polaco, en el interior de este país, vuelven los rumores sobre la inminencia de una intervención militar que pueda «enderezar el curso de los acontecimientos».
El momento -según opinan en Moscú algunos observadores- no es precisamente el más propicio. Si bien, de puertas para dentro, la URSS podría utilizar el argumento de que la intervención se haría para reforzar «la unidad y la cohesión de los países hermanos en el socialismo» y «continuar y profundizar el proceso de distensión», esta tesis no sería aceptada de modo alguno en Occidente.
No hay que olvidar que estas maniobras en Polonia se producirán en vísperas de la visita a Moscú del ministro de Asuntos Exteriores de Alemania Occidental, Hans Dietrich Genscher, quien, previsiblemente, tenderá el primer lazo entre la nueva Administración de la Casa Blanca y el Kremlin.
Para muchos observadores, el peligro de ruptura del bloque socialista europeo preocupa más a la URSS que el desencadenamiento de una tensión militar que lleve adelante la carrera de armamentos y ponga en peligro los planes de mejoras económicas de la URSS para el próximo quinquenio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.