La Iglesia anglicana propone negociaciones para la unión con la Iglesia católica
El arzobispo de Canterbury, primado anglicano para todo el Reino Unido, ha propuesto a la Iglesia católica negociaciones para llega a la unidad. Estas propuestas, precisas y detalladas, cubren un mayor relieve ante la visita al Reino Unido el próximo año del papa Juan Pablo II.
Hablando el miércoles en la abadía de Westminster, Robert Runcie, arzobispo de Canterbury, propuso una serie de cuestiones a las que debería responder el Vaticano para unir anglicanismo y catolicismo. Los temas a discutir planteados por Runcie tocan algunas cuestiones delicadas, como la contracepción, la posibilidad del matrimonio para el clero y el grado de libertad de las iglesias locales frente al control del Vaticano.«En último término», señaló Runcie, «la cuestión teológica se puede plantear del siguiente modo: ¿Qué trae consigo la aceptación o rechazo del ministerio universal del obispo de Roma? ¿No está este ministerio únicamente concernido con la unidad básica de la fe en la comunión mundial de las iglesias y en la diversidad que Dios les ha dado? ¿Significaría esto a lo sumo una forma de presidencia universal, cuando están en juego cuestiones esenciales de la fe? ¿Qué relación tendría el Vaticano con los distintos sínodos de la comunión anglicana?
Estas preguntas indican hasta dónde está dispuesta a ir la Iglesia anglicana, y la respuesta católica a ellas no es nada evidente. Hasta ahora, las relaciones entre católicos y anglicanos se habían limitado, a nivel público, a una buena voluntad y deseo de cooperación, con la búsqueda de una unidad doctrinal a través de una comisión internacional.
Runcie quiere reforzar la diversidad dentro de una unidad de la Iglesia, y se declaró claramente favorable a una unidad anglicano-católica, «por razones a la vez personales y teológicas». El arzobispo de Canterbury se refirió también al concepto isabelino de la envergadura (comprehensiveness) y a la jerarquía de verdades», proclamada por el Concilio Vaticano II.
Las palabras de Runcie son las primeras en una serie de cuatro' sermones consecutivos en la abadía de Westminster. Los dos próximos turnos los cubrirán los obispos católicos Buttjer y Clarke. Por otra parte, el próximo fin de semana, el primado de Bélgica, cardenal Danelles, pronunciará un sermón en la catedral de Canterbury.
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