20 nuevos asesores militares norteamericanos, en El Salvador

Ha comenzado la llegada de un nuevo grupo de asesores militares norteamericanos a El Salvador -veinte en esta ocasión-, para completar un total de 54, que entrenarán a la fuerza armada salvadoreña para el exterminio de la guerrilla.Además de los cuatro agregados militares de la Embajada de Estados Unidos en esta capital, desde hace algún tiempo hay 34 asesores norteamericanos en cuestiones bélicas.

Según un portavoz de la sede diplomática norteamericana, catorce asesores están dedicados a los helicópteros -también enviados desde Estados Unidos-, como técnicos y pilotos: cinco, a planificación y logística del Estado Mayor de la fuerza armada, seis asesores navales y diez que realizan trabajos dentro de la embajada para el Ejército salvadoreño.

De los veinte nuevos asesores -llegados entre el domingo y el lunes a El Salvador-, quince estarán dedicados exclusivamente al entrenamiento de grupos de combate, aunque sin participar en acciones bélicas, dijo el portavoz diplomático norteamericano.

Dentro de la ayuda que este año ha brindado el Gobierno norteamericano para cuestiones militares a El Salvador -35,7 millones de dólares-, casi 3.000 millones de pesetas, no se incluyen los salarios de los 54 asesores militares ni los entrenamientos periódicos que reciben 150 soldados salvadoreños en las instalaciones castrenses norteamericanas en las riberas del canal de Panamá.

Por otra parte, las operaciones militares en montañas y poblados de Suchitoto, 44 kilómetros al norte de San Salvador, continuaron el lunes y se han extendido hasta el cerro de Guazapa, donde se registran fuertes enfrentamientos

La operación militar, informaron fuentes oficiales, comenzó el sábado pasado, con más de ochocientos miembros del Ejército salvadoreño que se han situado en los diferentes puntos cardinales de la zona, con el objeto de no permitir la huida de los izquierdistas, que suman unos doscientos.

Se cree que los combates finalizarán dentro de unos cuatro días, ya que esperan «dejar definitivamente limpia la zona», que será posteriormente militarizada, para evitar que sea ocupada de nuevo por los rebeldes, agregaron las fuentes.