Conflicto entre los anestesistas y la dirección de la Ciudad Sanitaria Provincial

La contratación directa de un médico adjunto al servicio de Anestesiología y Reanimación de la Ciudad Sanitaria Provincial, sin pasar por un concurso-oposición, ha originado un profundo malestar en el conjunto de los facultativos del servicio, que podría desembocar en un conflicto colectivo. En la mañana de ayer los anestesistas celebraron una asamblea en la que insistieron en que sus derechos laborales y profesionales están siendo pisoteados, y para hoy, a la una de la tarde, está convocada otra, a la que se ha invitado a todo el personal médico del hospital.Para María Gómez de Mendoza, presidenta del Consejo de Administración de la Ciudad Sanitaria Provincial y diputada provincial socialista, la huelga se está produciendo ya, puesto que los quirófanos estuvieron paralizados el lunes hasta el mediodía, y ayer, miércoles, hasta las once de la mañana, con los consiguientes quebrantos para los enfermos, por la no presencia de los anestesistas. María Gómez de Mendoza anunció la posibilidad de imposición de sanciones, y descalificó la protesta de los médicos, a la que relaciona en el fondo con la defensa de intereses gremialistas poco legítimos.

Según el escrito avalado por todos los facultativos del servicio, la cobertura de la plaza se hizo sin convocatoria de concurso-oposición, la firma del contrato se llevó a cabo el 10 de febrero pasado -el día 23, según el anestesista interesado- y hasta el 25 del mismo mes no se notificó la nueva adquisición a los responsables del servicio. Los médicos consideran que este procedimiento es antidemocrático.

María Gómez de Mendoza ofrece una versión diferente: la contratación del especialista no es laboral, sino administrativa, por un plazo de un año, improrrogable según establece la ley, y después de un estudio de las historias profesionales de varios especialistas, entré los que se eligió al médico en cuestión, calificado como uno de los mejores del país sin duda alguna.

Gómez de Mendoza reiteró su extrañeza ante la actitud de los treinta anestesistas del servicio, desmesurada si se tiene en cuenta, dijo, que todos los nombramientos de los últimos años han sido realizados a dedo y con carácter definitivo.