Los autobuses utilizados para la "intentona golpista" estuvieron encerrados en Fuenlabrada

Los autobuses adquiridos por la esposa del teniente coronel Antonio Tejero a finales de diciembre de 1980, con el fin de ser utilizados para trasladar a las fuerzas sediciosas que asaltaron el Congreso el pasado día 23 de febrero, permanecieron encerrados en una nave del polígono industrial de Fuenlabrada, según ha sabido EL PAIS de una fuente responsable.Los autobuses fueron trasladados a esta nave días después de su adquisición y permanecieron encerrados hasta la fase final de la operación. No se ha podido determinar todavía la propiedad de la nave. Sin embargo, se sabe que el abogado Arturo de Gregorio Sedeño, que representó a Carmen Diez Pereira, esposa de Tejero, en la compra de los autobuses, llegó a declarar en diciembre que pensaba comprar unas naves, y que la persona que iba a figurar como compradora sería Carmen Díez Pereira.

Reserva oficial sobre las investigaciones en curso.

En medios oficiales se mantiene una gran reserva sobre las investigaciones que se están llevando a cabo para determinar la cobertura civil y los apoyos económicos a los golpistas. Se observa en círculos próximos a la investigación un pesimismo sobre los resultados, combinado con lo que parece ser la consigna gubernamental respecto a las implicaciones en el golpe, y que consiste en afirmar que hay que acotar las responsabilidades y no fomentar el miedo a la caza de brujas.

Colectivo "Almendros"

A estas alturas de la realización de la intentona, y a más de dos meses de Ia publicación del primer artículo de Almendros, oficialmente se afirma desconocer la identidad de las personas que forman parte de ese colectivo. Al intentar contrastar la información sobre este colectivo con una fuente gubernamental, se le aconsejó a un redactor de este periódico que mejor era dejar el tema de lado.

A una pregunta sobre la marcha de las investigaciones en relación con el apoyo económico a los golpistas, una alta fuente manifestó que se estaba trabajando intensamente. Se le preguntó si era correcto afirmar que carecían de pistas, a lo que respondió que se trabajaba en varias direcciones.