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1.500 trabajadores se encierran en la catedral de Córdoba

Unos 1.500 trabajadores de la construcción de Córdoba se encerraron a mediodía de ayer en la mezquita-catedral. El encierro fue acordado en el interior del templo, donde, tras una asamblea, en votación secreta, en papeletas, se emitieron 1.200 votos, de los que sólo dieciséis fueron contrarios a esta decisión.El encierro se ha producido como protesta al cierre patronal decidido por las empresas. Al llegar a los tajos en la mañana de ayer, hábil en la huelga intermitente que el sector viene manteniendo desde el pasado 11 de febrero, cien empresas, con un censo de más de 3.000 trabajadores, habían clausurado las obras, tras el lock-out acordado en una asamblea que se celebró en la noche del lunes por la Asociación de Empresarios de Construcción.

Durante la mañana se fueron presentando, individualmente, en la Delegación de Trabajo las solicitudes de cierre patronal, algunas de ellas después de la clausura de los centros de trabajo, mientras que, convocados por el titular, Julián Urbano, una representación de las comisiones de liberadoras del convenio, patronal y obrera, negociaba con el delegado para buscar un entendimiento.

Las posiciones están alejadas, además de por diferencias salariales, porque la patronal pretende una reducción del tiempo del bocadillo y limitar a las previsiones del acuerdo-marco interconfederal la indemnización laboral por enfermedad. Las huelgas del sector en anteriores convenios habían alcanzado un techo de mejoras sociales y salariales de la construcción de Córdoba superior a la media del país. Por ello, en esta ocasión, la petición de los obreros se reduce a mantener las condiciones anteriores y el incremento de precios al consumo.

Con la argumentación de este mayor coste, los empresarios han realizado una oferta que los negociadores de UGT y CC OO, refrendados por la asamblea de trabajadores, han considerado inaceptable.

En la reunión de la Delegación de Trabajo, el único acuerdo conseguido ha sido mantener un día de meditación por ambas partes, antes de romper las negociaciones, aunque en realidad se trata de una paz armada, ya que, a la huelga alternativa mantenida en la provincia, los empresarios han respondido con el cierre patronal.

Portavoces obreros señalaban anoche que los últimos acontecimientos han radicalizado las posiciones patronales que se han tornado en inflexibles, en la creencia de que los sindicatos no van a protagonizar movilizaciones de masas ante la coyuntura política.

La respuesta obrera ha sido el encierro arriba señalado, con carácter indefinido, «hasta que los empresarios abran los tajos». Mujeres y niños acompañaban a los albañiles cordobeses, que paseaban ayer tarde en grupos por el inmenso bosque de columnas de la mezquita, mientras empresas auxiliares de la construcción, como las de pintura industrial y suministro de áridos, comenzaron a secundar, en espiral, la medida de cierre patronal. Hoy, en la Delegación de Trabajo, se mantendrá entre las partes una nueva negociación.

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