Esperanza entre los dirigentes políticos vascos

Las miradas de la mayoría de los dirigentes políticos vascos se dirigían ayer hacía ETA Militar y el posible efecto que en dicha organización produciría el anunciado alto el fuego por parte de la rama político-militar. Era el presidente de! PNV, Xabier Arzallus, quien iba más lejos en sus declaraciones al considerar que «es la obra de un verdadero estadista, ya que nos hallamos ante la mejor oportunidad en muchos años de encontrar una salida al tema de la violencia en Euskadi». Paralelamente, el ministro del Interior, Juan José Rosón, expresó ayer, al conocer la liberación de los cónsules y la actitud adoptada por ETApm, su esperanza en los esfuerzos pacificadores de los partidos políticos vascos.

«El terrorismo no tiene nunca razón de ser, por lo que todo lo que suponga la supresión de actos terroristas debe representar una valoración positiva», manifestó el presidente de Unión de Centro Democrático (UCD) y diputado por Vizcaya, Rodríguez Sahagún.

Carlos Garaikoetxea, presidente del Gobierno vasco, comentó: «A la vez que acojo con la lógica alegría la noticia de la liberación de los cónsules, quiero manifestar mi esperanza por el cambio de actitud hecho público por ETA Político-militar y apeló a. la cordura de otras organizaciones armadas, y muy en particular de ETA Militar, para que toda actividad que no discurra por los cauces estrictamente democráticos, populares e institucionales sea desterrada de inmediato».

Opinión de Arzallus

«Nadie ha condenado con más energía que yo el secuestro de los cónsules », comenzó por manifestar el líder del PNV Xabier Arzallus, «y ello tanto por el atentado irracional a los derechos humanos que ha supuesto, como por lo contradictorio que resultaba con los intentos, por parte de los polis-milis, que me consta eran sinceros, de buscar una salida negociada ».Respecto a las perspectivas que abre la nueva postura de ETApm, Xabier Arzallus, presidente del PNV, dice: «Nos encontramos ante una ocasión óptima, la más favorable en mucho tiempo, para dar una salida al tema de la violencia en Euskadi-. Y ello porque los tejeros justifican su intento de imponer su voluntad por la fuerza en que lo mismo hace ETA. Y ETA dice que actúa militarmente porque aquí es el poder fáctico de las armas el que dicta su ley. Ahora, por primera vez, desde uno de los lados se ofrece una posibilidad de solución. Es por ello la hora de un estadista con visión histórica, capaz de aprovechar esa oferta para atender a lo que de negociable haya en la mano tendida por ETApm para dar una salida al tema ETA».

El delegado del Gobierno para el País Vasco, Marcelino Oreja, tras conocer la noticia, dijo que confiaba en que «esta actitud sea firme y definitiva, y se extienda a las diferentes ramas de la organización».

Por su parte, el secretario general del Partido Socialista de Euskadi, Txiki Benegas, declaró ayer a EL PAIS: «En mi opinión, ETA Político-militar tenía que haber paralizado su actividad armada, por lo menos, desde 1977, sin que ello signifique que comparte sus acciones efectuadas con anterioridad a esa fecha».

El dirigente de Euskadiko Ezkerra, Xabier Markeigi, valoraba muy positivamente la decisión de los poli-milis porque «ETA Político-militar ha dado ya su primer paso anunciando el cese de su actividad sin condiciones; ahora corresponde a los partidos y organizaciones democráticas para que contribuyan a la resolución de les problemas pendientes: medidas de gracia, profundización del Estatuto e incorporación de Navarra en Euskadi».

El secretario general de Alianza Popular (AP), Jorge Verstrynge,calificó de payasada el comunicado.

Roberto Lertxundi, secretario general del Partido Comunista de Euskadi, decía: «Si la propuesta de ETApm se confirma, creo que significa un importante cambio de actitud. No obstante, yo lo veo con cautela. La práctica debe confirmarlo».

Para Herri Batasuna, declaró a EL PAIS, Txomin Ziluaga, el anuncio de los poli-milis no ha supuesto sorpresa alguna. «No obstante», añadió el dirigente abertzale, esto no cambia las cosas, ya que no soluciona ninguno de los problemas de Euskadi».