El ejemplar Bach de los conjuntos de Leipzig

No es frecuente entre: nosotros el escuchar Cantatas bachianas en interpretaciones tan «idiomáticas», en versiones tan «de conjunto» como las que ofrecieron el pasado martes un nutrido grupo de músicos de Le1pzig. Una indisposición del bajo Hermann C. Polster nos privó de su intervención en el recitativo y aria de la cantata Jesu, der du meine seele, pero sin impedir, en cambio, que defendiera dignamente sus papeles menos problemáticos en las otras dos. Del tenor Armin U de nos gustaron más sus cualidades de intérprete de oratorio que las puramente tímbricas. Rayaron a buena altura las solistas femeninas: Regina Werner y la mezzo Rosemarie Lang; aquélla tiene una bella voz de soprano y canta con excelente musicalidad, si bien la difícil aria de la cantata Ich hatte viel bekurnmernis mostró el techo de una técnica que, presumiblemente, ha de elevarse con el tiempo.El amplio grupo orquestal de la Gewandhaus, de Leipzig, que se desplazó a Madrid sonó maravillosamente, con empaste total, excelente labor del continuo y magníficas actuaciones solistas del violín-concertino, flauta y oboe en las Cantatas BWV 137, 78 y 21, respectivamente.

Agrupación coral juvenil Thomanerchor

Pero acaso la gran atracción de la velada la constituyó el juvenil Thomanerchor, agrupación coral integrada por más de setenta muchachos, desde niños sopranos de diez años de edad hasta mozalbetes de dieciocho con frescas voces baritonales. De nuevo hemos de apelar al concepto de empaste para subrayar la gran calidad de este singular coro, asimismo admirable en cuanto a la afinación y a la claridad con que vierten las texturas, a menudo complejas, de la polifonía del gran Juan Sebastián. Viendo y escuchando al Thomanerchor, uno pensaba en cuánta distancia media entre lo que es el quehacer musical cotidiano en una ciudad de larga y honda tradición musical -como, sin duda, es Leipzig- y esa sucesión de conciertos, más o menos felices, que es casi el todo de la vida. musical de las ciudades españolas; (las que la tienen, claro).Hans Joachim Rotzsch, con manifiesto amor hacia la música y los músicos que dirige, lejos de cualquier postura divista, condujo con eficacia y sencillez -versiones muy cuidadas de sonoridad y estilo, tocatas de la impronta. «profesoral» que nace de su propia trayectoria músico-profesional.