El Gobierno Thatcher amplía la ayuda estatal a la industria del acero

El Gobierno británico, por boca de su ministro de Industria, sir Keith Joseph, anunció el martes una ayuda estatal a la Corporación Británica del Acero de 880 millones de libras (175.000 millones de pesetas) para los próximos quince meses, al tiempo que introdujo un proyecto de ley para cancelar 3.509 millones de libras (más de 700.000 millones de pesetas) de deudas y capital de la Corporación.

De hecho, para finales de 1982, la Corporación Británica del Acero habrá recibido más de 500.000 millones de pesetas del Gobierno británico, la mayor ayuda estatal a una industria nacionalizada. Estas cantidades, que saldrán del bolsillo del contribuyente británico, ni siquiera garantizan el futuro de la Corporación. El Gobierno ha presentado asimismo al Parlamento un proyecto de ley que permitirá a la Corporación no cumplir con todos los requisitos de la demanda británica de acero, así como retirarse de algunos sectores de producción.La primera ministra británica, Margaret Thatcher, señaló que, si el plan de recuperación resultaba fructífero, el Gobierno podría desnacionalizar la Corporación, siguiendo su política de privatización de las grandes industrias. Entre tanto, se intentarán aumentar las actividades conjuntas de la Corporación Británica en el Acero y del sector privado. La industria del acero está pasando por una gran crisis en Gran Bretaña, donde la demanda cayó en un 44% el pasado año. De la nueva ayuda gubernamental de 880 millones, de libras, un 17% estará destinado a cubrir gastos en los últimos días del actual año financiero, un 22% para activo fijo, un 20% para aumentar el capital circulante y otro tanto para los gastos de cierres Y despidos.

Los 170 millones de libras restantes se destinarán a una reserva de fondos para operaciones. En general se considera que esta es la última oportunidad para la Corporación Británica del Acero. Su presidente. lan Mac Gregor, propuso este plan al Gobierno en diciembre, que lo ha aceptado en sus líneas generales: una inyección de dinero y la reconstrucción de su capital, para ahorrar los intereses que conllevan los préstamos estatales.

En las últimas cuatro semanas, sir Keith Joseph, identificado tradicionalmente como el hombre que se oponía a la intervención y ayuda estatal a la industria, ha proporcionado más de 1,2 billones de pesetas a las industrias nacionalizadas necesitadas.

Por otra parte, en una reunión, ayer, de directivos de la Junta Nacional del Carbón, del Gobierno y del Sindicato de los Mineros, el Gobierno británico accedió a cuatro demandas: la subvención del carbón británico, para poder competir con importaciones baratas; la financiación directa, tras la retirada del plan de cierre de varias minas; un aumento de la inversión, y mejores condiciones de despido para los mineros.