Clausurada la asamblea diocesana de Barcelona tras un año de trabajos
La necesidad de que la Iglesia revise su actitud en torno a temas como el divorcio, el celibato sacerdotal, la ordenación de la mujer, la sexualidad y los anticonceptivos, son algunas de las conclusiones adoptadas por la asamblea diocesana de Barcelona, clausurada el pasado domingo.La asamblea se ha pronunciado a favor de realizar primero el matrimonio civil y, en un segundo momento, y en un acto reservado a los creyentes, el matrimonio canónico. Pide, asimismo, que la Iglesia «revise sus posiciones doctrinales sobre la indisolubilidad del matrimonio y, el divorcio a la luz de los conocimientos actuales, también bíblicos y teológicos, la experiencia de los casados cristianos y sus hijos y la irrenunciable misión acogedora de la Iglesia». También solicita que la Iglesia modifique sus posiciones sobre los medios de control de natalidad.
Referente a la sexualidad, la asamblea efectúa un llamamiento a las comunidades cristianas para que «den una visión fundamentalmente positiva de la sexualidad humana, el erotismo y el placer sexual como expresión del amor mutuo y procreador de los esposos y vehículo de ternura. e intimidad».
Según el cardenal Narcís Jubany, presente en el acto de clausura, algunas de las conclusiones «no están demasiado de acuerdo con las leyes eclesiásticas vigentes de ámbito universal o supradiocesano». Por ello, el cardenal Jubany anunció que no podía hacer suyas tales conclusiones. pero. por el contrario, expuso su compromiso de trasladarlas al Vaticano en el curso del presente año.
En la asamblea diocesana de Barcelona han participado alrededor de 25.000 católicos, quienes, a lo largo de un año, han trabajado sobre las distintas ponencias en pequeños grupos de cinco a diez personas, formados en torno a las parroquias. Los participantes en la asamblea son considerados por los cristianos críticos (situados en posturas de izquierda) como el sector «adicto, moderado y fiel a las instituciones de la Iglesia en Barcelona». De ahí que los resultados de la asamblea hayan sido valorados por este sector crítico como doblemente importantes en el actual momento, ya que, pese a representar los criterios de un sector moderado de los católicos catalanes, son mucho más progresistas que el episcopado español.
Por otra parte, un grupo de 157 teólogos catalanes han hecho público un documento, altamente crítico, en el que analizan la actitud de los obispos españoles en su postura contra el divorcio.
«No nos parece», señalan los teólogos, «ni intelectual ni cristianamente honesto afirmar que el matrimonio, cualquier matrimonio, es por derecho natural intrínsecamente indisoluble».
