Washington presiona a México sobre su política hacia El Salvador

Estados Unidos está presionando a México para que modifique su actitud respecto a El Salvador, según ha denunciado el secretario de Relaciones Internacionales del partido gubernamental mexicano (PRI), Carlos Madrazo. Al margen de las declaraciones para el consumo interno, los observadores coinciden en que la política de Reagan ya ha conseguido sus primeros resultados: distanciar a México y Nicaragua de la guerrilla salvadoreña.La denuncia sobre las presiones norteamericanas está relacionada con la visita de un enviado especial del Departamento de Estado, que trata de convencer a las autoridades mexicanas de que el conflicto salvadoreño es una creación artificial alimentada por la URSS y otros países comunistas.

México sostiene que el enfrentamiento entre la guerrilla y el Ejército tiene su origen en cuestiones políticas de orden interno y que cualquier intervención exterior no hace sino alejar su solución. De ahí que el presidente López Portillo y la cancillería mexicana hayan defendido en todo momento la tesis de «manos fuera de El Salvador».

El hecho de que la posición estadounidense respecto a El Salvador vaya a ser explicada en América Latina por un general ha aumentado el malestar mexicano. Parece como si el Gobierno Reagan quisiera, incluso en estos detalles, diferenciar a los países americanos de los europeos, adonde han viajado diplomáticos de alto nivel.