La investidura de Calvo Sotelo resultará afectada por la muerte de José Arregui

La muerte del presunto etarra José Ignacio Arregui afectará muy probablemente al resultado de la votación de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, sobre todo si el Gobierno en funciones no actúa con suficiente energía y rapidez contra los supuestos culpables jurídicos y políticos de los hechos.

En principio, los nacionalistas vascos, que negociaban en Madrid con bastantes posibilidades de voto favorable a Calvo Sotelo, se han visto «afectados y sorprendidos» por las extrañas circunstancias de esta muerte. El problema podría complicarse por el deseo de la Minoría Catalana de no ser el único grupo nacionalista que vote afirmativamente la investidura de Calvo Sotelo.Las dificultades para obtener la investidura por la mayoría absoluta requerida en la primera votación podrían inclinar a Leopoldo Calvo Sotelo y sus colaboradores a impulsar al Gobierno Suárez a que conteste a las interpelaciones formuladas por la izquierda y el PNV el próximo martes. De lo contrario, según fuentes parlamentarias solventes, el debate de investidura resultaría seguramente complicado con las derivaciones de la muerte del supuesto etarra.

Las consecuencias políticas de este hecho desencadenarán, según las previsiones de la mayoría de los grupos parlamentarios, una situación de inestabilidad que hará necesaria, a corto plazo, la convocatoria de elecciones generales.

El PNV había desplazado a Madrid al portavoz de su grupo en el Congreso de los Diputados, Marcos Vizcaya, así como al consejero de Trabajo del Gobierno vasco, Mario Fernández, quienes estaban muy optimistas sobre el resultado de las negociaciones. La noticia de la muerte de José Ignacio Arregui la recibieron cuando se hallaban reunidos con el ministro de Administración Territorial, Rodolfo Martín Villa, y con el ministro adjunto al presidente, Pío Cabanillas, uno de los hombres que, junto a José Pedro Pérez-Llorca y Juan Antonio García Díez, constituyen la nueva empresa en torno a Calvo Sotelo. Al parecer, el PNV había obtenido un compromiso firme respecto al ritmo de transferencias y existían muchas posibilidades de que el voto fuera favorable, actitud que no es seguro se mantenga. Vizcaya y Fernández se entrevistaron el viernes con Calvo Sotelo.

El líder de Unión Nacional, Blas Piñar, reconoció, por su parte, «que existen torturas», y anunció, por razones de «filosofía política », su voto en contra de Calvo Sotelo.

Mientras tanto, el candidato a presidente se reunió con al menos siete ministros en funciones: Pío Cabanillas, Juan Antonio Ortega, Rodolfo Martín Villa, Iñigo Cavero, Alberto-Oliart, José Pedro Pérez-Llorca y Juan Antonio García Díez, para preparar el programa de gobierno y los posibles pactos parlamentarios.

En relación con la supuesta .actitud de varios ministros, entre ellos el del Interior, contra el de Justicia, que podría afectar a la presencia de Fernández Ordóñez en el nuevo Gobierno, por no haber consultado con los restantes miembros del Gabinete la comunicación de la muerte de Arregui, fuentes próximas a Juan José Rosón aseguraron que no existieron en ningún momento tensiones ni controversias entre ambos departamentos.