Descubiertos tres casos de oligofrenia profunda en Tenerife

Dos niños y un joven de dieciocho años, de Benijos, un barrio rural de Tenerife, han sido sometidos a estudio médico y sociológico por el equipo multiprofesional del Instituto de Servicios Sociales, del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, ya que los mismos no son capaces de hablar, sino de emitir ininteligibles sonidos guturales. Su caso fue descubierto por el periódico El Día, en un reportaje en que se afirmaba que tales personas tomaban por alimentos cal y piedras y vivían en lo alto de una casa en condiciones salvajes.

A falta de los resultados definitivos del informe, que se encuentra en fase de elaboración, en medios del Inserso se asegura que, con toda probabilidad, se trata de oligofrénicos profundos. Los niños viven completamente al margen de la sociedad, no han sido inscritos en el registro civil y, por tanto, se encuentran indocumentados. Cuando eran trasladados en una ambulancia desde su domicilio al centro asistencial, en la capital de la isla, daban muestras de gran asombro. El mayor, Octavio, quiso jugar con el psicólogo cuando éste analizaba sus reacciones. «Estos niños están depauperados físicamente, no han tenido una evolución somática y biológica normal», señaló a EL PAIS, María del Carmen Aguirre, directora de Inserso.

Cuando se conozca el diagnóstico serán enviados a un centro de minusválidos profundos. Con su familia no pueden continuar, puesto que no han demostrado ningún interés por su situación.