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Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
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Los líderes

Tenemos la política más original del mundo porque, como dijo Stendhal, somos el último pueblo con personalidad de Europa. Esto de la personalidad sirve mucho para andar siempre a tortas.Así, hoy mismo, la guerra de los líderes es la guerra de la desgana, no de la ambición, pues resulta que nuestros líderes están cansados. Landelino Lavilla, cuando sus huestes de esbeltas fuerzas nacionalmísticas se estiran con un detalle y se salen de la cosa, él se queda y vota en blanco. Prefiere seguir «expuesto» en las Cortes a ascender al cielo del Gobierno. Calvo Sotelo, por su parte, dice que lo deja si los críticos le objetan. Todo esto, más que escrúpulos, parecen disculpas del que no quiere salir adelante: «Sujetadme, que lo mato». Todos atados y bien atados. Marcelino Oreja ha dejado ver claramente que no desea ser promovido ni promocionado a nada. Curiosa lid de líderes desganados que no luchan hacia adelante, sino hacia atrás. Esto quiere decir -aparte la falta de marcha de los interesados-, primero, que en la ucedé no hay líderes natos como Suárez, y los que hay, como Ordóñez, son personas poco recomendables, incluidas en las tablas de la ley de peligrosidad social de Moisés. Esto quiere decir, segundo, que no asistimos a una contienda de gladiadores políticos, de personas, sino de tórpidos grupos de presión y fimilias políticas con olor a eso, a familia, que es un olor como de hule de mesa de cocina a cuadros, y muy usado, con un calendario de la revista Reinaré encima. Mi amigo Vian Ortuño da una conferencia en el Club ese sobre «La Universidad en el futuro de España». Con González Seara a punto de ser internado en un hospicio, me parece, querido Vian, que el futuro de la Universidad española es que no tiene futuro.

López Gavilán, un lector de Córdoba, me manda prensa y propaganda sobre lo que está haciendo allí la Eclessia contra la libertad de cultos: Córdoba vive la dialéctica alcalde comunista /obispo ecumenista. Brenan cuenta que, durante la guerra, en Córdoba hubo 18.000 fusilamientos a cuenta y cargo de los nacionales. Las pintadas de Córdoba no se plantean cuestiones ociosas como el divorcio o el aborto. Van al grano: «Alá no, Cristo sí», «Anguita, masón, queremos religión». (Anguita es el alcalde rojo de la ciudad, claro). Tomo este ejemplo extremo o situación/límite de la ofensiva nacionalcatólica como caso tipo o piloto de lo que aquí en Madrid se lleva con más modales, aunque la movida de obispos ya se ha puesto belicosa. La místicodemocracia no tiene nada contra Calvo-Sotelo, ni siquiera contra Suárez. Contra quien tiene la místicodemocracia es contra Paco Ordóñez y González-Seara, contra una familia libre en si misma y una Universidad libre de pensar, porque si una Universidad no piensa, a ver qué rayos hace, aparte de manufacturar orlas a señores que quieren poner una farmacia céntrica o recetar aspirina para el.cáncer en el Seguro. La Santísima Trinidad, que vive en el cinco de su calle, donde está el comité de los rojos, me invita a la solidaridad con los subpueblos de América y Africa, que ven acercarse ominosamente a Reagan donde está el sabor, todo marlborizado de pólvora nuclear, el presi, y montando el caballo de Gary Cooper que estás en los cielos. Ofensiva imperial planetaria del hombre que nunca llegaba a John Waynne, precisamente porque se pasaba, derechización de la gran derecha mundial y movida episcopal en España.

La derecha /derecha, llegado que es su Congreso, está con el candil apagado, como las vírgenes necias: Landelino, Alvarez, Oreja, Calvo-Sotelo. Esta es la guerra de los héroes a la fuerza, de los líderes desganados. En la católica España no se encuentra un católico con marcha. Qué van a decir Reagan/Wojtyla, cuando se enteren.

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