La izquierda podría seguir apoyando al alcalde de La Coruña

La crisis municipal de La Coruña puede dar un ligero giro hacia soluciones pactadas entre los partidos de izquierda de suavizarse en los próximos días, como parece posible, el ultimátum de dimisión dado al alcalde nacionalista por parte del PSOE y los grupos del centro y la derecha. En este momento, parece evidente que una parte de la dirección regional socialista no comparte el radicalismo con que acometió la crisis su grupo municipal coruñés al dar por sentado que los pactos del Hostal, suscritos por los principales partidos nacionalistas y de izquierda, deben considerarse definitivamente rotos.Ayer mismo, el grupo de Esquerda Galega (EG) salió al paso de este argumento, manifestando que «los pactos no están rotos porque nadie los denunció en su momento y porque nadie se desdijo hasta ahora de su contenido ». Para los dos concejales de EG, «no hay ningún argumento que justifique políticamente la actitud del PSOE, y detrás de los tópicos sólo hay una realidad: la ambición personal de Enrique Carreira y de otros miembros de su grupo, capaces de traicionar la tradición ética del socialismo para su medro personal».

Esta acusación destapa por primera vez el secreto que hasta ahora guardaban todos los grupos de la izquierda municipal de La Coruña, que vieron siempre en el citado concejal socialista un fervoroso aspirante a la alcaldía, dispuesto en todo momento a aliarse con quien más le conviniera para acceder al cargo, una vez que su cabeza de lista, el senador Antonio Carro, anunciase su propósito de no aceptar la alcaldía aunque llegara el caso.

De este modo, y mientras corre el plazo de una semana ofrecido a Domingo Merino para que presentase una dimisión, empieza a perfilarse como posible una salida de la crisis.