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Ningún pesquero español faenará legalmente a partir de hoy en el banco marroquí-saharaui

, La flota española de pesca que faena en aguas marroquíes ha debido abandonar a medianoche de ayer esos caladeros. Las negociaciones sobre pesca y cooperación económica que desde hace cuatro días tenían lugar en Rabat culminaron en la noche del sábado sin resultado. El convenio transitorio de pesca firmado por España y Marruecos el mes de junio último, que expiraba en la noche del sábado día 31, no fue prorrogado por Marruecos. La parte española ha considerado excesivo el precio exigido por Rabat, y la marroquí estima la oferta y contraprestaciones españolas como insuficientes.

Unos 1.200 barcos están afectados por esta decisión marroquí. En total, más de 17.000 pescadores, 50.000 personas, contando a sus familias, y cerca de 200.000 si se toma en consideración los puestos de trabajo afectados en tierra y los familiares de éstos.Después de cuatro días de arduas negociaciones y constantes consultas a sus respectivos Gobiernos, el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Carlos Robles Piquer, y su homólogo marroquí, Abdehak Tazi, jefes de las delegaciones, se separaron en la noche del sábado sin haber podido llegar a un acuerdo que permitiese prorrogar la pesca en aguas marroquíes.

Al término de la reunión, el secretario de Estado marroquí, Tazi, dijo que «nuestros puntos de vista se han acercado bastante en éstos días, pero no lo suficiente como para que haya acuerdo. La flota de pesca española deberá, en consecuencia, haber abandonado las aguas marroquíes para la noche del sábado, a las 24.00 horas».

El secretario de Estado marroquí añadió que no se trata de una ruptura, sino de una interrupción, y que ahora cada parte deberá exponer a sus respectivos Gobiernos lo discutido en estas conversaciones y explicar los motivos de desacuerdo.

Robles Piquer quiso enfatizar que las razones de este desacuerdo «no han sido en absoluto políticas» y que el «clima político de las negociaciones ha sido muy bueno y propio de dos países vecinos y amigos».

Uno de los puntos más duros de esta negociación, el fijar el plazo de una posible prórroga, había sido, sin embargo, salvado. «Nosotros habíamos pedido inicialmente cinco años, y también al inició los marroquíes ofrecían una prórroga de seis meses. Al final habíamos acordado prorrogar el convenio por un año si llegábamos a consenso en los otros puntos».

Ninguna fecha se ha fijado, sin embargo, para reanudar estas negociaciones, que plantean para el próximo Gobierno español su primer problema urgente con el Magreb. En palabras de Robles Piquer, las negociaciones quedan interrumpidas, aunque eso no significa más que «España considera excesivo el precio a pagar por la pesca» y que, «en consecuencia, la cooperación en todos los demás terrenos continúa».

En este tema de la pesca y la cooperación económica global, que Marruecos había deseado introducir paralelamente, no ha sido previsto ningún paso adicional que permita decir que se volverá a discutir de nuevo o pronto.

Robles Piquer explicaba esta situación gráficamente, y decía: «Bien, ahora la primera de las dos partes que tenga algo, nuevo que proponer a la otra establecerá el contacto por los canales diplomáticos adecuados».

Según Robles Piquer, que sostuvo por la noche de ayer una extensa conversación con los informadores españoles en Rabat, las principales dificultades han surgido en torno a tres puntos: 1. Las restricciones que Marruecos deseaba imponer a la pesca en determinadas superficies o distancias de la costa, y que la parte española consideraba inaceptables partiendo desde los exclusivos puntos de vista técnicos aducidos por Marruecos. 2. Las compensaciones en metálico que deberían pagar los armadores. 3. El monto de otras formas de cooperación económica entre Estados, ya que el acuerdo sobre pesca era deseo de la parte marroquí que fuese parte de un convenio de cooperación económica global.

«Todo ha sido», explicaba Robles Piquer, «un puro problema de precio. Hemos considerado el conjunto de contrapartidas en los otros sectores exigidas por Marruecos como excesivas, o, visto desde el punto de mira marroquí, nuestras ofertas eran muy bajas. No hemos podido colmar esa brecha».

«La parte española», añadió el secretario de Estado, «ha hecho un gran esfuerzo. Un esfuerzo, naturalmente, proporcionado a nuestras posibilidades y recursos, que el mismo secretario de Estado marroquí ha reconocido. Lamento que Marruecos no haya considerado nuestras propuestas suficientemente buenas».

Robles Piquer explicó que, no obstante, todas las otras negociaciones seguirán su curso, y señaló que el próximo 12 de febrero se reunirán en Madrid armadores de marina mercante marroquíes y españoles para discutir sobre la aplicación del acuerdo de transporte marítimo existente entre los dos países.

En lo que al transporte terrestre concierne, la parte española ya había expuesto a. los marroquíes que los acuerdos firmados el año pasado por el ex ministro de Transportes, Sánchez Terán de tránsito de los cítricos marroquíes hacia la CEE por España, no eran válidos porque no los había ratificado el Gobierno español, pero precisó que la cooperación en este terreno no se limitaba a los cítricos.

El secretario de Estado indicó que ahora lo que se tratará para la parte española y el Gobierno es de hacer que el daño sea el menor posible.

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