Hechos insólitos
El pasado día 11 de diciembre, al ir a interesarme, por razonés meramente humanitarias, por un estudiante detenido, un inspector de policía, empujándome y gritándome, me dijo, de forma totalmente incorrecta, que me largase de allí. Insistí y entré en la inspección de guardia, donde me dijeron que el estudiante estaba en detención preventiva. Al salir de la comisaría, y ya en la acera, miré al inspector que anteriormente me había chíliado y empujado. Automáticamente, dicho inspector empezó a insultarme de forma ostentosa. Yo le dije que me tratase como una persona-pues yo le habla tratado a él correctamente como tal. A continuación, cogiéndome por el brazo, me introdujo en la comisaría y empezó aa ggoo pearme con el puño cerrado, siempre con dirección a los testículos y manteniéndome durante todo el tiempo agarrado, unas veces por el brazo y otras por el cuello. Así me subió al tercer piso de la comisariáy me introdujo en una habitación donde, sacándome la pistola, me dijo que «me la iba a meter por la cabeza», «que estaban hasta los cojones y hasta el gorro de esta situación », «que me anduviese con mucho cuidado, estoy dispuesto a todo y no tengo nada que perder», «que era una puta mierda, como todos los demás salió de la habitación y dijo: «puedes tirarte por la ventana si quieres». Siempre íne decía estos insultos con una gran saña y violencia. Cuando le entregué la documentación, alguno de sus compañeros que andaban por allí dijo: «Cancio, sí, ése es otro».Yo soy miembro de la Coordinadora Aberta de Servicios Universitarios e Vivenda y de la Asamblea de Usuarios de la Residencia Universitaria Burgo de las Naciones, que en el curso pasado y en este, aunque en este con mucha menor intensidad, llevaron a cabo importantes luchas en torno a la vivienda, los servicios universitaríos y la organización profundamente autoritaria y antidemocrática de la Universidad de Santiago. Soy también miembro de la Coordinadora de penenes y, por otra parte, del Comité Central del Partido Comunista de Galicia.
Lo que me ha sucedido a mí es una anécdota si lo comparamos con lo que reiteradamente sucede con raterillos de poca monta y detenidos de grupos marginales o extraparlamentarios. Durante los tres días que dura la detención preventiva los machacan literalmente./
Santiago.
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