La invasión turística de Doñana, en vías de solución
El problema de las acampadas masivas de veraneantes en Doñana y las permutas de terreno para evitar la construcción de un importante complejo turístico en el interior de dicho parque nacional son dos grandes temas que podrían encontrar próximamente una vía de resolución.Respecto a la primera de las cuestiones, cabe subrayarla concesión de veinticinco hectáreas de terrenos por parte del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona) a la Diputación Provincial de Huelva para la realización de un camping en la zona oeste de Matalascañas. Con ello se intenta paliar los tradicionales asentamientos indiscriminados de veraneantes en las playas y fincas del parque nacional de Doñana, que han alcanzado cifras alarmantes en la pasada temporada turística.
Concretamente, el alcalde de Almonte, Juan Manuel Castellano, ha informado a EL PAIS que durante 1980 acamparon ilegalmente en Doñana unas 50.900 personas, con graves riesgos de tipo sanitario y no descartándose una posible incidencia ecológica en el parque. Dichos asentamientos se han efectuado a través de un frente de once kilómetros de playa y en pequeñas casas de madera, fundamentalmente.
Proyecto de un "camping"
Por estas ciscunstancias, la Secretaría de Estado de Turismo elaboró, hace ya algunos meses, el proyecto del citado camping, que tendría,capacidad para albergar a 9.000 personas. Sin embargo, ningún organismo oficial ni entidad privada se decide a ejecutar el proyecto turístico, que precisaría una inversión de doscientos millones de pesetas. De prolongarse esta situación, en la próxima temporada veraniega volverán a proliferar los asentamientos ¡legales en Doñana, ante la impasividad de la Administración central, que se muestra impotente para controlarlos.
Permutación de terrenos
Con relación a la segunda cuestión planteada, cabe señalar que se hallan ya en fase muy avanzada los trámites precisos para que el grupo financiero alemán World Hotel pueda permutar unas 650 hectáreas de terrenos que posee en Las Marismillas, en el interior de Doñana, por otros de Icona.
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