El Metro tuvo un déficit de casi 5.000 millones de pesetas en 1980
Los presupuestos de la Compañía Metropolitano para 1981 y el balance provisional de las cuentas del pasado año han provocado diversas criticas por parte de los concejales socialistas y comunistas presentes en el consejo de intervención de la compañía ante la gestión que se está haciendo, que ha producido un déficit, el pasado año, cercano a los 5.000 millones de pesetas, 1.400 millones más de lo que estaba previsto.
Según pudo saber EL PAIS, José Barrionuevo, teniente de alcalde socialista; Juan Claudio de Ramón, delegado de Obras, perteneciente al mismo partido, y José Luis Martín Palacín, responsable de Circulación y Transportes y miembro del PCE, protestaron en la última reunión del consejo de intervención por la política que se estaba siguiendo en la fijación de tarifas, en los sueldos del personal, en la ampliación de la red y en la compra de nuevo material.Aunque en la última reunión se aprobaron los presupuestos para este año, en los que se prevé un déficit de 5.200 millones de pesetas, los citados miembros de la Corporación municipal manifestaron que no se podían mantener unas tarifas que sólo cubren el 49% de los gastos de explotación cuando tendrían que cubrir el 70%, como ocurre en la Empresa Municipal de Transportes.
Esta cobertura tan baja motivará posiblemente que este año se solicite la subida de tarifas dos veces en el transcurso de pocos meses, una el próximo mes de febrero y otra hacia mediados de año.
El pasado año las tarifas sólo experimentaron una subida en el mes de julio, cuando el billete pasó de doce a quince pesetas. La denegación oficial a una segunda subida dentro del mismo año obliga, según los concejales de izquierda, a forzar este año el ritmo de subidas, lo que provocará numerosas protestas.
Aparte de una subida de tarifas bien programada, los concejales socialistas y comunistas manifestaron que la compra de material no se podía hacer con emisión de obligaciones a amortizar en tres años, como ha ocurrido este año, ya que, de esa forma, en 1983 sólo la carga financiera ascendería a los 4.000 millones de pesetas. La solución propuesta sería la de estudiar otras operaciones financieras con los economistas de la Diputación Provincial y del Ayuntamiento.
Ampliación de la red
Uno de los motivos que los concejales del PSOE y PCE consideran decisivo a la hora de atender el aumento del déficit es la política que se ha seguido en la ampliación de la red.La apertura de nuevas líneas durante 1980 ha conllevado un aumento muy pequeño en el número de viajeros, lo que, a juicio de los consejeros citados, se ha debido a que no se ha esperado a tener líneas completas para inaugurarlas. La opinión de los tres concejales fue que los tramos actualmente en construcción tienen que terminarse, aunque hay que establecer una política de demoras en unos tramos y urgencia en otros a la hora de ser inaugurados.
El desacuerdo sobre la gestión también alcanza a los sueldos del personal. En las negociaciones del pasado convenio, el Ayuntamiento intentó que trabajadores y consejo de intervención llegaran a un acuerdo que acercara los sueldos de los empleados del Metro a los que cobran los de la EMT. Asimismo se intentó que el convenio se firmara por dos años, como ocurre con el de la EMT, con el fin de simplificar los problemas en el momento en que el Ayuntamiento y la Diputación sean titulares del Metro. Sin embargo, la falta de acuerdo terminó con un laudo dictado por la Dirección General de Trabajo, por lo que este año, una vez terminados sus efectos, habrá que reanudar las negociaciones.
Los consejeros pertenecientes al PSOE y PCE creen que no se debe tratar el tema del convenio bajo la idea de que el Metro es una empresa en déficit, ya que éste se podría reducir si se logra disminuir la carga financiera. En caso contrario, el déficit continuará aumentando como ha ocurrido desde 1976, año en que se registraron pérdidas por primera vez. De los 75 millones que se perdieron ese año se ha pasado a una cifra superior a los 5.000, lo que supone, si las previsiones de balance se cumplen, que en 1980 se habrán perdido 2.600 millones más que el año anterior.
Las previsiones para este año no son tampoco optimistas. Se prevé un gasto de 10.865 millones de pesetas, de los que 3.393 corresponden a compra de material, y 5.400 millones, en coste de personal, y unos ingresos, en caso de que no se variaran las tarifas, de 5.584 millones por tarifas, 41 de ingresos accesorios y once de ingresos ajenos. En total, se ha calculado un déficit de 5.200 millones dé pesetas, que se verá reducido si la Comisión Provincial de Precios aprueba la subida pedida, que pondría el billete sencillo en veinte pesetas, y el taco de diez billetes de ida y vuelta, en 320.
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