El IRA asesina a dos políticos unionistas del Ulster
Una gran operación de caza del hombre fue lanzada anteanoche a ambos lados de la frontera irlandesa para intentar capturar a los asesinos de dos destacados políticos unionistas norirlandeses. El asesinato de sir Norman Stronge y de su hijo James, de 86 y 48 años de edad, respectivamente, reivindicado ayer por el IRA provisional, se produjo en la noche del miércoles, cuan 0 padre e hijo se hallaban en su casa de Tynan Abbey, en el condado fronterizo de Armagh.Sir Norman Stronge fue speaker del Parlamento de Irlanda del Norte, en el que fue diputado durante 31 años. En 1969 renunció a volver a presentarse a las elecciones, y entonces le sucedió su hijo James, que retuvo su escaño hasta 1972, fecha en la que se suprimió dicho Parlamento. Ambos eran muy conocidos por su apoyo a la unión del Ulster con el Reino Unido.
Los Stronge se habían convertido en una diana fácil para los atentados terroristas de los grupos republicanos paramilitares, pero no habían tomado ninguna precaución especial, viviendo en una casa aislada, a unos setecientos metros de la frontera irlandesa.
Posible venganza
Una patrulla de la policía del Ulster oyó dos explosiones y se acercó a la casa, intercambiando disparos con dos hombres que se dieron a la fuga. Los cuerpos de los Stronge fueron hallados acribillados a tiros. Se piensa que se podría tratar de una venganza por el fallido atentado contra Bernadette Devlin, la antigua diputada en el Parlamento de Londres, y su marido, Michael McAliskey, la pasada semana. Varias destacadas personalidades, entre ellas el secretario británico para Irlanda del Norte, Humphrey Atkins, y el cardenal O'Fiaich, prelado de Irlanda, condenaron el acto terrorista.Un centenar de policías y soldados de la República de Irlanda y del Reino Unido, en estrecha colaboración y equipados con helicópteros, estuvieron ayer batiendo la zona para intentar acorralar a ocho hombres enmascarados que se cree responsables del atentado contra los Stronge. Esto muestra la estrecha cooperación entre las fuerzas de seguridad del norte y del sur de Irlanda, que en los casos de atentados terroristas están en comunicación directa. Sin embargo, a la hora de redactar esta crónica sólo se había encontrado una de las armas utilizadas por los terroristas y se había desactivado una bomba colocada cerca de la residencia de las víctimas.
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