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Según Olof Palme, Irán e Irak quieren negociar el fin de la guerra

El ex primer ministro sueco Olof Palme, representante especial de la ONU para intentar mediar en el conflicto armado entre Irán e Irak, ha declarado que ambos países quieren negociar el final de la guerra que los enfrenta desde el pasado 22 de septiembre. Teherán habría admitido la mediación argelina y de la OLP para concluir el conflicto, según el embajador iraní en Kuiwait.Palme, en conferencia de Prensa celebrada ayer en la sede de las Naciones Unidas, dijo que el conflicto irano-iraquí podría resolverse en las próximas reuniones de los países islámicos, en Arabía Saudí, a finales de este mes, y de los países no alineados, convocados en Nueva Delhi del 9 al 12 de febrero próximo.

Olof Palme regresó el lunes a Nueva York para informar al secretario general de la ONU y al presidente del Consejo de Seguridad de sus gestiones en Irán e Irak, donde permaneció a lo largo de la pasada semana.

Se trata del segundo viaje de Palme a los países en guerra desde que fue nombrado para esta misión de la ONU, el pasado mes de noviembre.

Propuesta de tres puntos para un alto el fuego

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Según el ex primer ministro sueco, Irán e Irak desean poner fin a su conflicto armado y han aceptado, en principio, los tres puntos para un eventual alto el fuego propuesto por Olof Palme.

El primero se refiere a la no interferencia de esos países en los asuntos internos respectivos. El segundo proclama la renuncia a la adquisición de territorio por la fuerza. Y el tercero preconiza la libre navegación por el estuario de Chatt el Arab y todo el golfo Pérsico, con las garantías de ambos países de respetar tal libertad de navegación.

Hasta ahora se sabe que Irak había mantenido sus reservas a la filosofía de los dos últimos puntos, por temor a que su aceptación implicase el establecimiento de nuevas fronteras entre Irán e Irak, dando a este último el control del estuario de Chatt el Arab, obligado a cederlo a Irán bajo la presión y la fuerza impuesta por el sha Reza Palhevi en ladeclaración de Argel, por la que se fijaron las fronteras marítimas entre los dos países.

Ese punto condicionaba el siguiente, relativo a la libertad de navegación por el área, según los argumentos de Irak mantenidos desde el principio de la guerra.

Fínalmente, Olof Palme dijo que la Cruz Roja está dispuesta a ceder su enseña para que la usen los setenta barcos atrapados en la franja de Chatt el Arab desde el comienzo del conflicto, si los dos países en guerra aceptan tal enseña de neutralidad, hasta ahora rechazada por Irak, por considerar que maritiene soberanía sobre el estuario y, en consecuencia, los barcos que naveguen por él deben llevar bandera iraquí.

Palme, que regresó ayer a Suecia, piensa volver de nuevo a Teherán y Bagdad a mediados de febrero, después de las dos reuniones -islámica y de países no alineados- en las que se intentará detener el conflicto en el golfo Pérsico.

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