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Después de la pesadilla

Los 52 rehenes serán sometidos a tratamiento psiquiátrico e interrogados antes de volver a sus hogares en EE UU

Los 52 norteamericanos que Irán mantuvo prisioneros durante 444 días se encuentran ya en manos de un amplio equipo médico-psiquiátrico encargado de comprobar su estado de salud física y mental. Asimismo serán interrogados por funcionarios de los diversos servicios de inteligencia del Gobierno de Estados Unidos, según informa France Presse.

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Carter se entrevistó anoche con los ex cautivos en Wiesbaden

Los ex rehenes permanecerán en el gigantesco hospital que la fuerza aérea norteamericana tiene en la ciudad alemana de Wiesbaden entre cinco y siete días, antes de que se les permita volar a Estados Unidos y reencontrarse con sus familiares, con los que, por ahora, tan sólo podrán hablar por teléfono.Paradójicamente, una vez en libertad, los 52 ex cautivos permaneceran casi una semana bajo custodia de los militares norteamericanos, mientras pasean por los pasillos enmoquetados en azul de lo que en su origen fue un centro de rehabilitación del Ejército nazi.

Los, médicos, junto con los funcionarios del Departamento de Estado especialmente enviados al efecto, aconsejarán a sus conciudadanos sobre la mejor forma de enfrentar los problemas emocionales que surjan durante su readaptación a lo que hasta hace catorce meses consideraban su vida normal. Asimismo se les ayudará a aceptar el imprevisto papel de héroes que se han visto obligados a representar.

Entre las diversas razones para esta «cuarentena» en la República Federal de Alemania, las autoridades norteamericanas alegan que estos días de descanso permitirán a los ex rehenes relajarse y, por tanto, evitar posibles celos en aquellos que puedan pensar que otros colegas fueron mejor tratados que ellos durante su largo cautiverio. De hecho, se cree que es el más largo cautiverio a que un grupo de civiles se ha visto sometido

Tras un chequeo rutinario sobre su estado fisico, los 52 norteamericanos serán sometidos a pruebas especiales para averiguar si son portadores de algún virus o parásito característico de la región iraní que no sea común en EstadosUnidos. Asimismo se les pedirá que realicen diversas pruebas psicológicas, que el Departamento de Estado no ha querido revelar.

A los médicos que trabajan normalmente en el hospital de Wiesbaden se ha venido a unir un grupo de especialistas llegado directamente de Washington, integrado por 21 psiquiátras, psicólogos y ayudantes técnicos sanitarios, a los que el Departamento de Estado no ha identificado. En su mayoría. son militares.

«Nuestra labor consiste en ayudar a los rehenes, no en decirles, qué es lo que deben pensar», explicó uno de los miembros del equipo, que empezó a formarse a los pocos días de que fuera tomada la Embajada de Estados Unidos en Teherán, el 4 de noviembre de 1979.

Selección de los médicos

Tres factores fueron determinantes a la hora de seleccionar a los integrantes del equipo especial: su experiencia en tratar con prisioneros de guerra o rehenes civiles; estar especialmente interesados en los problemas psicológicos de los rehenes, y su nombramiento por los jefes de cada uno de los servicios militares representados entre los 52 ex cautivos.

Antes de volar a Wiesbaden, el equipo se familiarizó con los diversos problemas médicos o psiquiátricos que habían experirnentado anteriormente los rehenes, según explicó un funcionario del Departamento de Estado. Asimismo sus miembros recibieron copias de las cartas enviadas por los rehenes desde Irán, y se entrevistaron con sus familias.

De hecho, es normal que los rehenes lleguen a sentir incluso gratitud hacia sus captores por haberles devuelto con vida. Y algunos suelen mostrar sentimientos de hostilidad hacia las autoridades de su país.

En relación a su reencuentro con sus familiares, «les explicaremos que su afecto ha podido quedar inhibido durante el cautiverio». Básicamente, los problemas que surgen son emocionales», explica el funcionario norteamericano. «Es normal que al reunirse con su cónyuge éste desee reanudar cuanto antes sus relaciones sexuales, pero quizás el ex cautivo sea absolutamente incapaz de ello en un principio», añade.

Por último, se les dirá a los ex rehenes que son libres de cooperar o no con los periodistas y relatarles sus experiencias, así como de asumir su papel de héroe o intentar volver, cuanto antes, al anonimato.

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