Biografías inéditas a petición del Departamento de Estado

Las biografías de los 52 rehenes permanecieron hasta ayer celosamente guardadas por el Departamento de Estado por motivos de seguridad, ya que varios de ellos desempeñaban tareas de espionaje. A petición del Gobierno norteamericano, el diario The Washington Post retuvo hasta ayer la publicación de los numerosos datos biográficos acumulados gracias a pacientes investigaciones, incluyendo entrevistas con los familiares y colegas de los detenidos.A lo largo de toda la crisis, el Departamento de Estado se había negado sistemáticamente a facilitar la identidad de los cautivos, a excepción de la del de más alto rango, el encargado de negocios Bruce Laingen.

Un sargento de veinte años y un veterano funcionario del Departamento de Estado, de 64 años, eran los rehenes más joven y más viejo en el momento de su captura, el 4 de noviembre de 1979. Tras la liberación, ese mismo mes, de la mayoría de las mujeres y de los negros, trece en total, tan sólo quedaron dos mujeres (Ann Swift, de 39 años, y Kathryn Koob, de 41) y un negro (el teletipista Charles Jones), entre los 52 rehenes.

Todos, a excepción de dos, eran funcionarios militares o civiles. Los otros dos eran Jerry Plotkin, de 46 años, un hombre de negocios de Los Angeles que pretendía montar una empresa en Irán, y William Keough, de 49, subdirector de la Escuela Internacional de Islamabad (Pakistán), que anteriormente había dirigido el Colegio Americano de Teherán y se encontraba temporalmente en la capital iraní para recoger documentos escolares, según sus familiares.

La encuesta particular del Washington Post muestra la gran variedad de edad y tareas que tenían encomendadas los rehenes. Al menos, dieciséis de ellos no habían cumplido aún treinta años cuando fueron capturados.