Los niños supervivientes de Ortuella terminan mañana sus vacaciones en Madrid
Con una recepción que les ofrecerá mañana el presidente de la Diputación de Madrid, los 67 niños supervivientes de la catástrofe de la escuela nacional de Ortuella (Vizcaya) concluyen sus vacaciones en Madrid, que fueron posibles por la invitación de este órgano provincial madrileño. El alcalde de Madrid les ofreció ayer una recepción y los escolares de Ortuella, acompañados de sus profesores, han visitado los lugares más interesantes de Madrid y su provincia, además de excursiones a lugares como Toledo y La Granja.
Ayer a mediodía, el Ayuntamiento de Madrid ofreció una recepción a 67 escolares de EGB del colegio Marcelino Ugalde, de Ortuella, y a tres profesores que los acompañaban. Una niña de trece años respondió a la salutación del alcalde. Luego, los chicos comenzaron a hacer pronósticos sobre el partido de fútbol Real Madrid-Sevilla, que presenciarán hoy, y las chicas un breve recuento de la excursión que comenzó el pasado día 8 y concluirá el 21 próximo.A la 1.25 horas exactamente, los niños, «todos de octavo de EGB» se lanzaron sobre los refrescos y los canapés que los camareros acababan de servir en la gran mesa central del Patio de Cristales de Ayuntamiento. Unos minutos antes, el alcalde les había dado ánimos, y Mary Cruz, una alumna de trece años, hija de un litógrafo, había respondido muy sencillamente que los colegiales de Ortuella daban las gracias por todas la atenciones. La voz abacial del alcalde y las palabras ligeramente quebradas de la niña fueron los últimos datos que José Ramón Brea, de catorce años, pensó incorporar al informe que han sugerido los tres profesores para recordar el viaje a la vuelta. «El alcalde nos ha dicho que tengamos ánimo, que hay que afrontarlo todo», y luego se dijo que el Parque de Atracciones era, tal vez, el mejor de todos los recuerdos de los últimos días. Habría que describírselo con detalle a papá, un calibrador de la empresa Olarra.
En opinión de Víctor Julián Pereiro, de trece años, los horrores del museo de cera, «Frankenstein y todo eso» serán la visión más memorable del viaje. Varios de sus compañeros están completamente de acuerdo en que la visita al museo de Colón ha sido uno de los momentos estelares de la estancia del curso en Madrid. Juan Carlos Prieto matiza que, sin desmerecer a Frankenstein, el Parque de Atracciones y el zoo «tampoco pueden dejarse de lado, ¿a que no?».
Los colegiales están divirtiéndose. Hay algunas furtivas objeciones al Museo del Prado. «Es muy bonito, pero muy grande; resulta imposible verlo, siquiera en parte, en tan poco tiempo». «Además, la guía hablaba muy deprisa». «Y hay cuadros maravillosos, aunque algunos. Goyas...! ». Iñaki Higuero, de trece años, hijo de un obrero metalúrgico, pide que sea ampliado el estadio Bernabéu, tal vez porque viene de broma, tal vez porque los estadios sólo son grandes cuando están llenos, y él lo ha visto vacío.
La conversación va del extremo derecho del Real Madrid a Segovia sin ningún problema. «Sí, a Segovia tenemos mucho interés en ir, lo que pasa es que ha nevado mucho y las comunicaciones son difíciles, pero nos gustaría mucho conocer esa ciudad. Ya hemos estado en Toledo, la Granja, el Palacio de Oriente y yo qué sé en cuántos sitios». Nieves Muñoz, la profesora de Matemáticas y Ciencias, cree que el viaje ha sido «muy constructivo para los chicos. Hemos hecho una escuela vivida. La Diputación de Madrid ha promovido la visita, pero los temas han sido seleccionados por nosotros, así que hemos simultaneado una fase cultural con otras de convivencia y ocio. Recomendamos a los chicos que todas las noches hagan una puesta en común de lo que han visto. Van tomando apuntes y de no che en la residencia el Colegio Ciudad Escolar, los que quieren van completando la recopilación».
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