Rescatado el cadáver de uno de los montañeros atrapados en los Picos de Europa
El cadáver del montañero madrileño Rafael Morales Jiménez fue rescatado ayer de la pared del Espolón de los Franceses, en los picos de Europa, por un grupo de montañeros dirigido por Gervasio Lastra, que hacia las 14.30 horas, después de más de cinco horas de escalada, pudo alcanzar la repisa en la que se encontraba el cuerpo del alpinista, encordado, fuera de su saco de dormir, vestido con un jersey y una camisa de cuadros y con el maxilar inferior roto.
La cordada no encontró rastro alguno, sin embargo, de Francisco Javier Fernández Rodríguez, el otro montañero atrapado por el temporal de nieve desde la semana pasada, cuando se acercaban a la cumbre del Espolón, uno de los picos más atractivos de la zona, y que, con estas dos víctimas, supera el historial trágico del N ararijo de Bulnes, el rey de los picos de Europa.El jefe del destacamento de socorrismo en alta montaña de la Cruz Roja de Potes, Gervasio Lastra, y otros tres montañeros asturianos pasaron la noche del viernes al sábado en la base de Peñavieja, y hacia las 8.30 horas de ayer iniciaban el ascenso, en condiciones meteorológicas más adversas que las de los días anteriores, pues estaba nevando y había vuelto el frío y la ventisca.
Tres horas más tarde lograban llegar al vivac en el que se encontraba el cadáver de Rafael Morales, que fue descolgado por Gervasio Lastra hasta la base del pico, sin necesidad de romper la cuerda y despeñarlo, como estaba previsto en el caso de que la pared del Espolón de los Franceses estuviera impracticable.
Una vez en la base, hacia las cuatro de la tarde, el cuerpo del montañero fue introducido en un saco y recogido por un helicóptero de la Guardia Civil, que lo trasladó hasta la Cruz Roja de Potes. En este pueblo se encuentran desde el jueves las esposas y otros familiares de los alpinistas fallecidos.
Otro equipo de montañeros había iniciado, también a primeras horas de la mañana de ayer, la búsqueda del cuerpo de Francisco Javier Fernández Rodríguez, sin resultados, ya que se supone se encuentra bajo un alud de unos quince metros de nieve, en el que la labor de rastreo con sonda y varillas, y en los próximos días con algún otro equipo más sofisticado, incluidos los perros, va a ser, probablemente, muy lenta, e incluso peligrosa, por los continuos aludes que acompañan al deshielo. Se teme, como ya ocurrió con el rescate de otros montañeros vascos, que esa operación pueda prolongarse hasta la primavera, cuando los neveros descienden a uno o dos metros de nieve.
A la vista de la situación en que se encontraba el cuerpo de Rafael Morales y la dirección de la cuerda que debería unirlo a su compañero de cordada, se piensa que ambos alpinistas fueron sorprendidos por una avalancha de nieve cuando se encontraban en plena escalada, aunque no se descarta la posibilidad de que ya estuvieran durmiento en el interior de sus sacos. De lo contrario, no se explica que un montañero experimentado, como lo era Rafael Morales, fuese sorprendido sin la ropa adecuada para la escalada, si bien el haber abandonado los plumíferos en el automóvil que les llevó hasta la base de los picos de Europa, en el teleférico de Fuentedé, ya fue una prueba de irresponsabilidad conociendo, como debían conocer, la rapidez con que en alta montaña cambian las condiciones meteorológicas.
Se pudo llegar antes
Mientras tanto, ayer creció la polémica sobre si pudo o no llegar antes hasta donde se encontraban atrapados los montañeros madrileños. Miembros de la Escuela Cántabra de Alta Montaña han acusado de «dilaciones y negligencia» en la operación rescate, y de «sospechosos protagonismos», apuntando en especial hacia César Pérez de Tudela, que tampoco ayer participó directamente en el rescate, sino que se dedicó a viajar en helicóptero de Potes a los picos de Europa y de los picos a Potes con una pretendida misión coordinadora que no ha demostrado su eficacia. Por ejemplo, no se explica, en parecidas condiciones meteorológicas, que el viernes pudieran llegar cinco helicópteros a Potes (¿para qué tantos, si sólo se pedía y se necesitaba uno?) cuando habían sido solicitados el lunes; ni tampoco se comprende por qué se esperó a estos aparatos cuando quienes han localizado los cuerpos de los montañeros y subieron a rescatarlos han sido alpinistas que hicieron a pie el camino y a cuerda la escalada.
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