El Gobierno vasco exigirá acuerdos concretos tras las visitas de representantes españoles

El Gobierno vasco, que hasta ahora se ha mostrado muy cauteloso en relación a las visitas de los representantes del Gobierno central a la comunidad autónoma, piensa exigir acuerdos concretos tras cada uno de los contactos que se mantengan. «Vamos a estar atentos a la efectividad de cada una de las visitas de los representantes de la Administración central», declararon ayer a EL PAÍS fuentes muy cercanas a la presidencia del Gabinete vasco.Así, el ejecutivo del lendakari planteará al. vicepresidente segundo del Gobierno para Asuntos Económicos, Leopoldo Calvo Sotelo, en la entrevista que mantendrán el próximo día 21 en Vitoria, una agenda concreta de actuaciones, entre las que cabe destacar la petición de un crédito oficial no inferior a 2.000 millones de pesetas.

Leopoldo Calvo Sotelo, que viajará al País Vasco el próximo día 20, en compañía del ministro de Industria y del director general de la Siderometalurgia, se entrevistará el día 21 con el Gobierno vasco. En el curso de este encuentro, el Gabinete del lendakari planteará cuatro puntos pendientes de resolución. En primer lugar, una aclaración de la actitud del sector público con respecto a la crisis en general y de la prestación al Gobierno vasco en particular de fondos procedentes del crédito oficial, para propiciar un proceso de saneamiento en el sector de la pequeña y mediana industria en una cantidad no inferior a 2.000 millones de pesetas. La necesidad de llegar a un acuerdo definitivo en el saneamiento de Altos Hornos figura en el segundo punto de la agencia del Gobierno vasco. La zonveniencia de establecer un crédito comprador «como fórmula obligatoria» que permita un desaLogo financiero del sector de biene; de equipo es un tema que también figurará en la exposición del Gobierno autónomo. Y, por último, el Gabinete planteará la necesidad de precisar la reestructuración de la sociedad de aceros especiales.

A pesar de que la estancia del presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, fue valorada positivamente por el Gobierno vasco, «porque seponsiguieron acelerar las negociaciones en materia de transferencias», reinó un evidente desconcierto durante la visita del ministro del Interior, Juan José Rosón, en la que sólo hubo intercambio de impresiones, para asistir a la primera reunión de la Junta de Seguridad.

Ante la perspectiva de que dos ministros españoles visiten, en el plazo de quince días, la comunidad autónoma, el Gobierno vasco ha decidido realizar, tras los contactos, un balance público sobre la efectividad de tales visitas para evitar a toda costa las reuniones de protocolo.

Fuentes próximas al delegado del Gobierno, Marcelino Oreja, recordaban ayer a EL PAÍS que la visita del vicepresidente segundo del Gobierno se enmarcaba en la voluntad del propio Oreja de dejar patente la presencia de las autoridades del Estado en el País Vasco. Sin embargo, el Gabinete del lendakari decía esperar algo más de estos viajes. «El Gobierno vasco», comentó un portavoz autorizado de la Presidencia, «está atento y vigilante, si no suspicaz, a la presencia de representantes de la Administración central en la comunidad autónoma vasca ».