Aplazado hasta el lunes el nombramiento de los presidentes del congreso y de las comisiones

Hasta el próximo lunes no se producirá la propuesta del comité ejecutivo de Unión de Centro Democrático (UCD) para la elección de presidentes de comisiones del segundo congreso centrista y del propio presidente de éste. El intento del secretario general de UCD, Rafael Calvo Ortega, de someter a votación una serie de propuestas, fue objetado en la reunión del jueves último por Oscar Alzaga. En la lista de Calvo no figuraban «dirigentes del sector crítico». El propio Adolfo Suárez medió en favor de Alzaga y se decidió a aplazar la decisión hasta el lunes.

Estatutariamente, la propuesta de nombramiento de los quince presidentes de comisiones y del presidente del congreso corresponde al comité ejecutivo, aunque la elección es competencia, en último término, de las respectivas comisiones y del pleno del congreso. Rafael Calvo, apoyándose en razones de urgencia, pretendió que se sometiera a votación una lista que él mismo propuso. Oscar Alzaga recordó que las propuestas no eran del secretario general, sino del comité ejecutivo, por lo que, lógicamente, debían ser previamente discutidas.Según declaró a Europa Press un miembro de la ejecutiva centrista, «en la lista ofrecida por Rafael Calvo brillaba la ausencia de dirigentes del sector crítico, como Alzaga, Camuñas o Herrero». Al parecer, sólo está previsto que unos cinco o seis críticos figuren en los órganos del congreso, entre ellos Antonio Fontán. Alzaga argumentó que, sin saber quiénes eran los miembros de la comisión a presidir, no era posible recabar información sobre el presidente. Adolfo Suárez medió en favor de la propuesta de Alzaga y se pospuso el tema hasta la nueva reunión del comité ejecutivo, convocada para el lunes próximo.

En principio, el ministro adjunto al presidente, Pío Cabanillas, será el probable candidato del aparato a presidente de la comisión más conflictiva, la de estatutos, mientras que para la de estrategia política parece preconizado el actual ministro de Cultura, Iñigo Cavero.

Sobre el grueso de los nombramientos a realizar -además de los presidentes, las mesas, los ponentes de cada una de las comisiones, en total, unos cien-, los críticos consultarán este fin de semana con los compromisarios de provincias, y es probable que ofrezcan a la ejecutiva centrista una contrapropuesta.

División de opiniones dentro de los sectores centristas

Ante la proximidad del congreso centrista, las posiciones de los distintos sectores se van decantando, y también ocurre así dentro de los propios sectores. Entre los socialdemócratas, Luis Gámir manifestó ayer a Efe que la elección del presidente del partido debe hacerse por votación separada de la del resto de la ejecutiva, y ambas, en todo caso, por el sistema mayoritario. Con esta opinión, Gámir se distanciaba de lo mantenido el jueves por el líder de este sector y actual ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez (véase EL PAÍS de ayer). «No se puede ir cambiando de opinión cada día», señaló Gámir.Por otra parte, uno de los dirigentes del sector crítico, el liberal Ignacio Camuñas, manifestó ayer en Alicante, según informa nuestra corresponsal Mari Carmen Raneda, que no hay que identificar a los críticos con el liderazgo de Landelino Lavilla. «Ni Suárez ni Lavilla son el partido», dijo. «Lo que nosotros queremos es institucionalizar UCD por encima de las personas para evitar que ocurra como con el franquismo, que se acabó con Franco». Añadió que no se trataba de una lucha por lograr puestos en el Gobierno y aseguró que el sector crítico representa la corriente mayoritaria dentro del partido.

Por su parte, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Marcelino Oreja -que mantiene fuertes vinculaciones políticas con el aparato y con el sector crítico- anunció ayer que propiciará la integración de ambos sectores en el próximo congreso, a través de una tercera vía que tratará de proponer por medio de la UCD guipuzcoana.