Alarmante estado de seis autonomistas corsos en huelga de hambre

Tras 52 días de huelga de hambre, el estado de salud de los seis autonomistas corsos detenidos en la cárcel francesa de Fresnes, cerca de París, inspira muy serias preocupaciones a los abogados encargados de su defensa, que temen que su organismo sufra lesiones irreversibles si no son liberados rápidamente.

Los abogados de la defensa señalan que el Tribunal de Acusaciones, único capacitado para decidir su puesta en libertad provisional, no se reunirá antes del 8 de enero, fecha en la que el estado de salud de los autonomistas se habrá deteriorado aún más.

«Hemos llegado a tales extremos», afirmó ayer por la mañana el abogado Felli, «que después de haber visitado a los interesados sólo nos interesa el aspecto médico del problema. Dos de los huelguistas más débiles», añadió, «están en un estado francamente alarmante: Christian Lorenzoni sólo pesa 56 kilos con 1,80 de estatura y sufre de una grave carencia de globulos rojos; Gilbert Casanova, que ha tenido un paro cardíaco, padece una enfermedad nerviosa y golpea constantemente las paredes».

Los demás huelguistas están también muy afectados y, según sus abogados, son «totalmente incapaces de acudir ante una audiencia dada su gran debilidad».

Los seis hombres, que pertenecen al movimiento autonomista Unión del Pueblo Corso (UPC), fueron detenidos a causa de unos incidentes que tuvieron lugar en el pueblo corso de Bastelica y en la ciudad de Ajaccio. Fueron acusados de «militancia en grupo armado» y «de ejercer funciones de responsabilidad o mando en el mencionado grupo». El portavoz de la UPC, el doctor Edmond Simeoni, que rechaza cualquier tipo de violencia, se declaró, el jueves, «muy preocupado » por el estado de salud de los miembros de su movimiento.