Los españoles podrán divorciarse por mutuo acuerdo con un año de separación

El proyecto de ley de Divorcio que ayer dictaminó la Comisión de Justicia del Congreso va a permitir a los españoles disolver su matrimonio estando de acuerdo, con sólo un año de separación, y un documento que avale el consentimiento de la pareja para divorciarse. De todas maneras, habrá que esperar hasta la próxima primavera para poder acogerse a la ley, ya que las vacaciones parlamentarias lo paralizarán hasta febrero y después tiene que seguir los trámites del Senado. El ministro de Justicia tuvo que defender públicamente estas tesis para conseguir su aprobación.

La prueba definitiva para la ley de Divorcio se producirá tal vez en el congreso centrista de enero o en el Pleno del Congreso de los Diputados en febrero próximo, o después en el Senado. Si los senadores no modifican de manera sustancial el proyecto de la Comisión y las tensiones internas de Unión de Centro Democrático no alteran excesivamente su contenido, el divorcio en España se obtendrá de la siguiente manera:- Cuando los cónyuges estén de acuerdo se presenta la pareja ante el juez y, si cuentan con algún documento que avale que han estado separados un año, éste se lo concede automáticamente. Si carecen de esa prueba, deberán esperar dos anos.

- Cuando los cónyuges no están de acuerdo en cómo divorciarse, pcrque ambos quieran el domicilio, o los hijos, o uno de los dos no quiera darle el divorcio al otro: si ha habido petición de separación, tendrán el divorcio en un solo año. En caso contrario tendrán que esperar tres años para la separación y dos más hasta obtener el divorcio, es decir, cinco años en total.

- Cuando los cónyuges no están de acuerdo y además uno de ellos ha causado perjuicios de extrerna gravedad al otro o a los hijos. Para que pueda entenderse más fácilmente, este supuesto afectará sobre todo al marido emigrante que, de pronto, un día dejó de escribir a la mujer y de mandar dinero para ella y los hijos. A este caballero se le exigirán siete años de espera.

Las tensiones políticas que han rodeado la gestación de esta ley han sido muy elevadas. Dejando aparte la presión de la Iglesia, el divorcio por mutuo acuerdo, relativamente fácil, barato y sencillo que contempla el texto, ha enfrentado al sector democristiano de UCD con el ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, hasta el punto de que ayer se rompió en una ocasión la disciplina de voto en el partido del Gobierno, y en otro caso los miembros centristas de la Comisión no aceptaron la recomendación del ministro para apoyar una enmienda socialista y votaron en contra. Sin embargo, Fernández Ordóñez ha mantenido su postura sin vacilaciones, resumida en esta frase: «La voluntad de dos personas ningún juez la investiga; únicamente la constata».

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