La coalición gubernamental trata de evitar la ruptura

Después del encuentro del presidente del Gobierno italiano, Arnaldo Forlani, con el presidente de la República, Sandro Pertini, los cuatro partidos que componen el actual Gabinete de centro-izquierda están haciendo todo lo posible para evitar la ruptura en un momento crítico. Por eso se está intentando llegar a un acuerdo en la actitud a adoptar con las Brigadas Rojas en cuanto avancen sus condiciones para el rescate del magistrado Giovanni d'Urso.El primer problema es evitar la división entre quienes desean negociar y quienes se oponen. Un punto de acuerdo desearían encontrarlo los democristianos para no tener que enfrentarse con los socialistas, que son el partido más favorable, desde el caso Moro, a las negociaciones.

Un punto de acuerdo podría ser la supresión de la famosa «supercárcel» de Asinara, en Cerdeña, donde están encerrados los jefes históricos de las Brigadas Rojas, empezando por Renato Curcio. Ahora los políticos no ocultan su rabia, porque hace ya meses que una comisión de parlamentarios de diversos partidos que había visitado la cárcel había dado a entender que era mejor cerrarla, debido a las condiciones en las que vivían los detenidos por delitos terroristas.

Ahora, el problema es que cualquier tipo de reforma carcelaria, en marcha desde hace años, pero llevada a cabo con la clásica lentitud de la burocracia italiana, no aparezca como una claudicación ante el chantaje de las Brigadas Rojas.