Oposición radical de CC OO y UGT al cierre de pozos de Hunosa

Las dos centrales sindicales mayoritarias reaccionaron ayer con declaraciones muy duras contra la dirección de Hunosa por el anuncio del cierre en 1981 del pozo Barredo, de la hullera del Caudal, pero no se registró paro alguno, en contra de todas las previsiones.

La manifestación contra el paro y por la autonomía celebrada ayer en Oviedo por el PCE y CC OO hacía difícil la convocatoria de una huelga por parte de Soma-UGT, que llevaría a las calles de Oviedo a la mayoría de los mineros para participar en una movilización no apoyada por el PSOE y la central socialista.El Soma-UGT responsabilizó del fracaso de la gestión al actual equipo directivo. En este sentido, señaló que las pérdidas de Hunosa habían aumentado, a pesar del incremento de la producción, en más de 400.000 toneladas; la estabilidad del absentismo y la reducción de la conflictividad. José Angel Fernández Villa, secretario general del Soma-UGT, afirmó que su sindicato exigirá la negociación inmediata del colectivo, en contra del criterio del presidente de Hunosa, José Manuel Fernández Felgueroso, que pretende englobar las condiciones salariales en el pacto a tres años que deberían suscribir el INI como único accionista, la dirección de la empresa y las centrales sindicales.

Este programa, que abarcaría además la reestructuración financiera, producción, productividad y contrato-programa, es defendido por las dos centrales sindicales desde hace tiempo, si bien se oponen de forma radical al cierre de Fozos, mientras que el comité de jerencia estima que solamente pueden continuar en explotación aquellos que presenten unos resultados tolerables.

Fernández Felgueroso cree que al carbón y a Hunosa les quedan treinta años de vida, período en el que la energía de fusión estará en condiciones de abastecer la demanda del mercado. CC OO apeló ayer a las declaraciones del ministro de Industria y del presidente del INI en 1979, que desmentían el anuncio del cierre de minas. Esta central sindical recordó a continuación su vieja propuesta de acudir a planes escalonados de emergencia, le estructuración a medio plazo, y estratégico a largo plazo, para sacar a flote a la sociedad.

El pozo Barredo, que pertenecía a la antigua fábrica de Mieres, se integró en Hunosa en 1967. Su rendimiento descendió de 1.124 kilos en 1974 a 781, en 1980, de un carbón de mala calidad, según el presidente de la sociedad. Fernández Villa, secretario general del Soma-U.GT, calificó de «sorprendente» el anuncio de su clausura, «puesto que la dirección de Hunosa había previsto recientemente fuertes inversiones».