Los 36 detenidos en la Delegación de la Vivienda, a disposición judicial

Las 36 personas detenidas a primera hora hora de la madrugada de ayer en la sede de la Delegación Provincial de la Vivienda -entre ellas el abogado Fernando Salas- continuaban a última hora de la tarde prestando declaración, después de haber pasado a disposición judicial, pese a las mediaciones de varios concejales del Ayuntamiento madrileño. Durante todo el día, numerosos vecinos permanecieron concentrados en los alrededores de los edificios de los juzgados, en espera de que los detenidos fueran puestos en libertad.La detención de los 36 representantes vecinales de los veintiocho barrios en remodelación se produjo pasadas las doce de la noche (véase EL PAIS de ayer), después de que todos ellos esperaran desde las seis de la tarde una cita formal para celebrar una entrevista con el ministro. La llegada de diez coches de la policía acabó con el traslado de los vecinos a la comisaría de Tetuán, donde estuvieron prestando declaración hasta las seis de la mañana. A esa hora fueron de nuevo trasladados a la Dirección de la Seguridad del Estado, donde continuaron las diligencias.

A esas horas ya se habían personado representantes del Ayuntamiento -Alonso Puerta, Ramón Tamames, Julián Rebollo- interesándose por los detenidos. Sin embargo, de aquí pasarían a disposición judicial, sin que la mediación municipal lograra resolver el tema.

Mientras tanto, vecinos de los veintiocho barrios cuya remodelación ha supuesto el actual conflicto se concentraban en los alrededores de los juzgados de la plaza de Castilla. Una propuesta de cortar el tráfico en todas las carreteras de acceso a Madrid no prosperó gracias a la mediación de Tamames y de Cristina Almeida.

Numerosas personas, especialmente abogados, intentaban sin éxito comunicarse con los detenidos, según denunciaron varios letrados. Para última hora de la noche se esperaba que los 36 detenidos fueran puestos en libertad.

Alvaro Perea, delegado provincial de la Vivienda, dio a EL PAIS su propia versión de los hechos. Según dijo, la reunión con la Coordinadora de Barrios empezó a las seis de la tarde, con un orden del día rutinario, dentro de la tónica general de estos encuentros. Una vez concluida esta reunión y agotado el orden del día, los miembros de la Coordinadora anunciaron que no abandonarían el despacho hasta que no tuvieran una respuesta a su segunda petición de entrevistarse con el ministro (la primera había sido denegada días antes). «Así las cosas, a las 22.30 horas, la Coordinadora resolvió quedarse en los locales, y yo telefoneé al 091 para que la policía les desalojase. Un cuarto de hora después, los agentes procedieron al desalojo y a la detención de los miembros de la Coordinadora».