Buena acogida en Estados Unidos a los primeros nombramientos de Reagan

Los ocho primeros nombramientos del próximo presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, han sido bien acogidos por republicanos y demócratas, aunque estos últimos prefieren dar una opinión más definitiva, una vez visto cómo se desenvuelven los nuevos ministros. Los observadores destacan que Reagan ha preferido rodearase de republicanos tradicionales, bastante moderados, de amigos que le han prestado buenos servicios durante su mandato de gobernador en California o durante la campaña electoral.Estos ocho primeros nombramientos, suponen, según los observadores, una derrota para la «nueva derecha», que creía que había llegado su hora. Sin embargo, no se descarta que el presidente electo tenga que colocar a los hombres más influyentes de este grupo en algún puesto, con lo que se corre el riesgo de que estalle una fuerte batalla de influencias en los cargos de rango inmediatamente inferior en los ministerios.

Sigue aún sin despejar la incógnita de quién será el nuevo secretario de Estado. Según el líder de la minoría republicana en el Senado declaró el jueves que el general Alexander Haig, que sigue gozando de plena confianza de Reagan, será designado para este importante cargo en los próximos días.

Secretario general de la Casa Blanca, clesde el 4 de mayo de 1973 al 9 de agosto de 1974 -fecha en la que dimitió corno presidente Richard Nixon, a consecuencia del escándalo Watergate-, y comandante en jefe de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Haig está siendo objeto de una intensa campaña para evitar su nombramiento, en la que participan tanto los sectores liberales -que no han olvidado los errores del citado escándalo-, como los ultraconservadores, que preferirían un hombre suyo en el departamento de Estado, en lugar de personalidades de la época de Nixon y Ford.

Aparte del Departamento de Estado, quedan por cubrir otros tres puestos importantes: Agricultura, Trabajo y Vivienda. Reagan está buscando todavía, quizá, un demócrata para el Departarnento de Trabajo, conforme a su promesa electoral de instaura una política por encirria de los partidos. Sigue dudando todavía sobre si «matar dos pájaros de un tiro», nombrando al frente del Departamento de la Vivienda a una mujer negra.

Según un portavoz de Reagan, el Gabinete será completado a comienzos de la próxima semana, cuando el presidente electo regrese de California.

La impresión dominante dada por los ocho ministros desígnados por Reagan es el de un consejo de administración, en el que predomina más el rigor que la imaginación en la gestión de los negocios. La experimentada competencia de estos hombres evitará a Reagan perderse en los detalles de la gestión.

Por otro lado, un portavoz de Reagan desmintió ayer los rumores lanzados por una cadena de televisión norteamericana, según los cuales el presidente Nixon sería nombrado embajador en Pekín de la nueva Administración republicana que el 20 de enero entrará en la Casa Blanca. El mismo portavoz calificó de «hipótesis altamente improbable» las especulaciones lanzadas por ciertas fuentes, según las cuales Henry Kissinger podría ser el próximo embajador en Londres.