Freitas do Amaral no formará parte del nuevo Gobierno portugués
El nombre del futuro jefe del Gobierno portugués será dado a conocer el próximo sábado, al término de la reunión del Consejo Nacional del Partido Social Demócrata (PSD), centrista. Ayer, el primer ministro interino, Diego Freitas do Amaral, hizo efectiva la dimisión del Gobierno ante el presidente Eanes, al tiempo que anunció que no formaría parte del nuevo Gabinete.
Freitas do Amaral, que preside el Centro Democrático y Social (CDS), centro-derecha, asumía en el Gobierno del fallecido Sa Carneiro la vicepresidencia y la cartera de Asuntos Exteriores. Freitas do Amaral justificó su decisión «por mantener un cierto equilibrio en el nuevo Gobierno, cuando uno de los dos jefes históricos de una de las dos formaciones más importantes de la Alianza Democrática» ha desaparecido.El líder del CDS anunció que volvería a ocupar su escaño en el Parlamento, Freitas do Amaral y Sa Carneiro afirmaron antes de las elecciones presidenciales que, si Eanes resultaba victorioso, no permanecerían en el Gobierno.
Durante su paso por el Ministerio luso de Asuntos Exteriores, Freitas do Amaral impuso a la diplomacia portuguesa una línea prooccidental. A principios de año dejó en suspenso las relaciones culturales y científicas con la URSS, tras la intervención soviética en Afganistán, y en abril, respondiendo a una petición del presidente Carter, interrumpió las relaciones comerciales con Irán.
La Constitución portuguesa prevé que la designación del primer ministro corre a cargo del partido con mayor representación parlamentaria, y el acuerdo constitutivo de la coalición gubernamental de Alianza Democrática concede esta prerrogativa al PSD.
La Comisión Política del PSD, que tenía competencia para resolver la cuestión, ha decidido someterla al Consejo Nacional, órgano supremo en el intervalo de los congresos.
Los dirigentes del PSD deben responder a una doble pregunta: ¿Debe ser el primer ministro simultáneamente el presidente del partido? ¿Quienes son las personalidades capaces de asumir uno y otro cargo hasta el próximo congreso del partido, única institución competente en materia de elección del presidente del PSD?
No hay unanimidad de criterios entre los dirigentes del PSD sobre estas dos preguntas. Mientras los jefes de los Gobiernos de las regiones autónomas se pronuncian en favor de la acumulación, Angelo Correia, uno de los líderes parlamentarios del PSD, y Helena Roseta, miembro de la comisión política, son de la opinión contraria, y Francisco Pinto Balsemáo afirma «no haberse formado todavía una opinión».
Desde luego, los nombrea más citados para uno u otro cargo, o ambos, son los del ministro adjunto del primer ministro, Francisco Balsemâo, considerado por muchos como la «solución del consenso» entre las diversas tendencias; Mota Amaral, el líder socialdemócrata de las Azores, que declaró ya públicamente que no estaba interesado en la sucesión de Sa Carneiro, y Eurico de Melo, el ministro socialdemócrata del Interior, que el fallecido jefe de Gobierno había preparado para sucederle en caso de reelección de Eanes.
Es también evidente que el CDS va a jugar fuerte en la sucesión de Sa Carneiro y que no está interesado en la emergencia de una personalidad fuerte o demasiado ligada al sector socialdemócrata del PSD. Un periódico de Oporto anunciaba ayer que el CDS había «vetado» el nombre de Mota Amaral y, en cambio, no vería con malos ojos la designación como jefe de Gobierno de un «independiente» de Alianza Democrática, como Mota Pinto o Barbosa de Melo, a lo que se opone terminantemente la actual dirección del PSD.
La dimisión del Gobierno
El presidente del Partido Social Demócrata y jefe del Gobierno en ejercicio desde la muerte de Francisco Sa Carneiro presentó ayer al presidente Eanes la dimisión del Gobierno portugués. El actual Ejecutivo se mantendrá en funciones hasta el nombramiento del futuro primer ministro.En sus primeras declaraciones tras su reelección, el general presidente prometió no fijar plazos para que la mayoría parlamentaria indique el nombre del jefe del Gobierno.
La Constitución portuguesa precisa que el jefe del Ejecutivo debe obtener simultáneamente la confianza del Parlamento y del jefe del Estado. El presidente Eanes lo recordó discretamente al afirmar que escogería como jefe del Gobierno la personalidad o una de las personalidades que le fueran indicadas por la mayoría.
Freitas do Amaral no aprovechó la mano tendida por el vencedor de las elecciones del domingo. En las declaraciones efectuadas a la salida del Consejo de Ministros del lunes insistió en subrayar que la dimisión del Gobierno se debía a un imperativo constitucional, en caso de muerte del primer ministro, y tuvo palabras críticas con relación a las primeras tomas de posición del presidente reelegido.
A propósito de las críticas formuladas contra el presidente Eanes acerca del trabajo informativo de la radio y de la televisión estátales, Freitas do Amaral afirmó que «este Gobierno y el que se formará en seguida no tolerarán intervenciones del jefe del Estado en el terreno que compete al Ejecutivo».
Freitas do Amaral aprovechó también el momento para revelar que el Gobierno portugués había previsto ya «medidas concretas» en caso de intervención militar soviética en Polonia, medidas que fueron comunicadas la semana pasada al embajador soviético en Lisboa, Arnoldo Kalinin, convocado especialmente al efecto al Ministerio de Asuntos Exteriores.
El retorno de Soares
La comisión nacional del Partido Socialista se reúne también esta semana, con la participación por primera vez desde el 18 de octubre de Mario Soares.Según el secretario nacional del PS, no hay ningún obstáculo al regreso de Soares a las funciones que había abandonado voluntariamente para demostrar su desacuerdo con el apoyo de su partido a la candidatura de Eanes.
Esta actitud -para muchos incomprensible- del líder socialista lo coloca en una situación delicada: quiera reconocerlo o no, Soares también creía en la victoria del proyecto ideado por Sa Carneiro, ahora cuestionado por la muerte de su principal protagonista y por la derrota electoral de su candidato a la presidencia. Para la mayor, parte de los observadores, Mario Soares vuelve al partido porque no hay de momento ninguna personalidad capaz o interesada en disputarle el liderazgo, pero con un prestigio político irremediablemente comprometido.
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