Fotonoticia:
La huida de los damnificados.
Dos mujeres abandonan la aldea italiana de Calabritto llevando en la cabeza sus escasas pertenencias, algunas mantas, ropa y un paraguas. Las autoridades italianas reconocieron el jueves, cuando una nueva ola de frío se abatió sobre las regiones siniestradas de Campania y Basilicata, que su plan de evacuación de decenas de miles de damnificados por el terremoto -cuyo último balance es de 3.068 muertos y 1.574 desaparecidos- había fracasado.
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