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Marruecos multa con más de cuatro millones de pesetas a los barcos apresados

Los dieciocho barcos de Barbate, cuyos patrones se encuentran retenidos en Casablanca, más el Marquesa Tilda, de Málaga, deberán pagar al Gobierno marroquí multas que oscilan entre los cuatro y cinco millones de pesetas por barco, según comunicó la Dirección marroquí de Pesca a las autoridades españolas.Esas cantidades son el resultado de sumar la multa por pescar en zona prohibida, la cantidad en que los marroquíes han valorado las potenciales capturas que deberían tener en sus barcos, más la valoración de las artes de pesca que, al no haberlas podido comprobar, se supone antirreglamentarias y, por tanto, confiscables, y una cantidad adicional por concepto de fuga.

Las multas han sido consideradas por los armadores como excesivamente altas, y los emisarios de éstos en Casablanca, el alcalde de Barbate y el patrón mayor de la cofradía de pescadores de la misma ciudad estiman que la escasez de recursos de los armadores no les permitirá pagar cantidades tan elevadas. Los patrones de los barcos habían pensado ayer declararse en huelga de hambre si no se llegaba rápidamente a una solución que les permita a ellos regresar a sus casas.

Esta. huelga de hambre no parece, sin embargo, que vaya a tener lugar, pues ayer mismo el embajador de España en Marruecos, Alfonso de la Serna, sostuvo una larga entrevista con el ministro marroquí de Comercio, Azzedine Guessus, sobre la posibilidad de obtener de las autoridades marroquíes una reducción sustanciosa de las cantidades a pagar. La respuesta del Gobierno marroquí a esta gestión es esperada hoy por el embajador, que ayer se mostraba confiado en obtener un gesto positivo del citado ministro.

A ello puede contribuir la decisión de las autoridades españolas, que obligaron ayer a regresar a Rabat al patrón del barco de Málaga Marquesa Tilda, que se marchó del hotel donde estaba alojado junto con los otros dieciocho patrones, en virtud de la palabra dada por el cónsul español en Casablanca de que ninguno huiría.

Parece, no obstante, que los armadores de Barbate no están dispuestos a pagar ni la multa inicial impuesta por las autoridades marroquíes ni la eventual reducción que pueda ser obtenida por el embajador.

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