Un plan derechista

El asesinato de seis dirigentes de la oposición en El Salvador parece formar parte de una ofensiva derechista en Centroamérica destinada a infligir un duro golpe a la izquierda antes de que Ronald Reagan asuma la presidencia en Estados Unidos.Pese a que hombres de negocios y políticos conservadores, así como militares, han acogido con júbilo la victoria de Reagan, que significaría el fin de la campaña de Washington a favor de los derechos humanos, han decidido que el mejor momento para atacar a los liberales y a los izquierdistas es durante las últimas semanas de la Administración Carter.

«Nadie puede estar seguro de la política que Reagan adoptará finalmente hacia esta zona», dijo un político guatemalteco recientemente. Así, la idea es la de presentar al nuevo presidente un hecho consumado, lo cual significa que Reagan no necesitará estar asociado a un baño de sangre.

Un ejemplo claro de la lucha por el poder de las derechas lo ofrece El Salvador, donde grupos paramilitares han acrecentado el número de asesinatos de los militantes de izquierda y donde ultraconservadores hombres de negocios y oficiales del Ejército han renovado sus esfuerzos para liquidar la Junta Cívico-Militar.

Un plan semejante existe en el resto de la región. En Guatemala, el Ejército prepara una nueva ofensiva contra la insurrección marxista, que tiene muchos partidarios entre la población india. En Honduras y Costa Rica, una costosa campaña anticomunista ha sido lanzada desde la radio y la televisión, en algunos casos dirigida, sobre todo, contra el Gobierno de Nicaragua. En este mismo país, hombres de negocios conservadores y grupos políticos se han unido para combatir más abiertamente a la Junta sandinista.

1 de diciembre