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Los democristianos de UCD pretenden aumentar las dificultades para divorciarse

El sector democristiano de UCD hizo estallar ayer la dura polémica que venía manteniendo con los socialdemócratas del partido en el tema del proyecto de ley de divorcio. Junto a la suspensión de la reunión de la ponencia que tenía que ver la segunda lectura del texto, ordenada por el presidente de la Cámara, Landelino Lavilla, los democristianos, encabezados por Miguel Herrero de Miñón, no tuvieron reparos en hacer públicas sus condiciones para apoyar el proyecto de divorcio: dar unas mayores facultades al juez y complicar el procedimiento para divorciarse, de manera que bajo ningún concepto se admita la inexistencia de litigio, aunque los cónyuges actúen de mutuo acuerdo.Viene de primera página

Mientras Miguel Herrero acusaba a los socialdemócratas de querer ideologizar el Congreso y pretender arbitrar un procedimiento cercano al de Las Vegas, fuentes próximas al ministro de Justicia manifestaron que éste se muestra firme en regular un procedimiento de divorcio que equivalga a la jurisdicción voluntaria en los casos de mutuo acuerdo entre los cónyuges. El ministro de Justicia se mostraría dispuesto a no presentar su proyecto de ley ante el Pleno si esta cuestión no quedara según su propuesta.Por su parte, el presidente del Grupo Parlamentario Centrista, Miguel Herrero, quiere dejar libertad de voto a los diputados por vez primera en las actuaciones parlamentarias de UCD. El lunes pasado, Miguel Herrero declaró a varios periodistas de EL PAIS que no más de diez diputados votarán, a su juicio, en su día contra el proyecto.Cuando Landelino Lavilla manifestó su oposición a que se reuniera la ponencia de Justicia, porque al tiempo se celebraba el Pleno de los Presupuestos, los distintos sectores del partido del Gobierno conocían ya la intención democristiana de aplazar el debate del divorcio hasta que se celebre el congreso de UCD, en enero, para intentar poner allí en cuestión al ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez.

La afirmación de diputados cristianos en el sentido de que no pueden consentir que vayan al Pleno de mediados de diciembre dos leyes presentadas por los social demócratas, como la de divorcio y la de autonomía universitaria, contribuyeron ayer a echar leña al fuego de la polémica planteada y a que muchos diputados de UCD se mostraran francamente pesimistas. Algunas fuentes de UCD achacaban los problemas plantea dos entre democristianos y social demócratas a los contactos de los primeros con representantes de los obispos.

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Herrero de Miñón y miembros del Opus quieren dar mayor poder al juez y dificultar el divorcio

Las mismas fuentes del partido del Gobierno señalaron su oposición a las pretensiones del sector encabezado por Herrero de Miñón y miembros del Opus Dei que pretenden complicar el procedimiento de divorcio, darle mayor potestad al juez. Quienes se oponen al texto que intenta sacar adelante Fernández Ordóñez pretenden que el juez tenga que probar la ruptura de la convivencia conyugal y no sólo el acuerdo de separación de los cónyuges, sino también las causas de esa separación. Como señaló el ponente socialista Antonio Sotillo, «eso ya lo superó la ponencia con el artículo 81, que establece la separación de mutuo acuerdo y, además, conduciría a falsificar las pruebas y a hacer imposible para las partes el cumplimiento de estos extremos». Asimismo, los que se oponen al texto del actual ministro de Justicia querrían que se abriera un período de pruebas con una comprobación exhaustiva de las declaraciones, de los testigos. Un miembro centrista de la ponencia decía: «En definitiva, quieren meter al juez en la cama» y también «convertirle en un inquisidor».El procedimiento propugnado por los sectores democristianos llevaría a hacer más fácil la nulidad que el divorcio, con lo que «toparíamos con el eterno problema del dinero de los curas », en frase de un diputado centrista.

Algunas fuentes de UCD señalaron que el dique seco en el que parece encontrarse el divorcio por el tema del procedimiento ha sido propiciado en parte por el cambio de actitud del ponente centrista José Antonio Escartín, que se habría acercado a la postura de Herrero de Miñón, contraria a facilitar el procedimiento para divorciarse.

En medio de las fuertes tensiones desatadas ayer en el partido de Gobierno, y especialmente en su grupo parlamentario, José Antonio Escartín manifestó a EL PAIS que no ha detectado «ningún tipo de fisura en el grupo ni en el partido en los temas de procedimiento para divorciarse o de las facultades del juez». También señaló que la reunión del grupo que Herrero de Miñón ha convocado para el próximo miércoles estaba ya prevista con anterioridad.Otros ponentes centristas n debían tener la misma visión que Escartín, puesto que se rumoreaba algún posible paso al Grupo Mixto si el actual texto de divorcio no llega a buen puerto.

No obstante, Escartín insistió e que la comisión interna de justicia del Grupo Parlamentario Centrista, reunida la semana pasada, avaló todo lo aprobado por la ponencia en materia de divorcio.

El ministro de Justicia. Francisco Fernández Ordóñez, comió ayer con un grupo de diputados de su partido y les manifestó su firme intención de regular un procedimiento que equivalga a la jurisdicción voluntaria, esto es, sin litigio, en caso de divorcio por mutuo acuerdo, so pena de no dar su visto bueno a la ley. «Este tema no es negociaable», dijo.

Acusaciones de boicoteo al PSOE

Dentro del Grupo Centrista también hubo voces que manifestaron que el frenazo de la ley se debía al boicoteo a la misma por parte del PSOE. A este respecto, el ponente socialista Virgilio Zapatero manifestó «la postura de nuestro grupo parlamentario de no retirar ni una sola de nuestras enmiendas ni admitir un debate a uña de cabal lo, sino todo lo pausado que sea necesario». Antonio Sotillo, también ponente socialista, recordó que UCD se comprometió a presentar a todos los ponentes un texto definitivo sobre los procedimientos de divorcio y que ese texto todavía no les ha sido presentado. También afirmó: «Sí Herrero de Miñón quiere ser el Amintore Fanfani español, que lo diga, y que encabece una manifestación no en contra de esta ley, sino en contra del divorcio, que en el fondo, es su postura. Pero mientras, que no nos digan que nuestra postura provoca el endurecimiento de algunos sectores de UCD. ¿No son el centro? El centro no se endurece por el endurecimiento de los radicalismos. ¿O enfrenta a un sector de UCD que debería estar en Coalición Democrática? Nosotros no entramos en eso».

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