Marginados de diversos países se manifestaron ante la Conferencia sobre Seguridad
Los alrededores del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, donde tienen lugar los trabajos de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa, fueron ayer escenario de numerosas manifestaciones de grupos de diversas nacionalidades que expresaban sus protestas contra los regímenes políticos de sus respectivos países. Las Fuerzas de Orden Público detuvieron a 36 personas (dieciocho de ellas, españolas, y el resto, de diversas nacionalidades), entre las que se encontraba un pastor luterano nacido en Letonia que se practicó unas incisiones en los brazos para verter su sangre sobre la bandera soviética que tenía a sus pies.
Fuerzas de la Policía Nacional de tuvieron durante la mañana a cuatro personas de nacionalidad japonesa, cuatro norteamericanos (entre ellos una mujer), dos suecos, un alemán, seis letones y un cingalés. Los detenidos participaban en la distintas manifestaciones llevadas a cabo frente al palacio y en las calles adyacentes al recinto.Poco antes de las diez de la mañana, Maris Kirsons, pastor luterano nacido en Letonia (Unión Soviética) y residente en Filadelfia (Estados Unidos), de 39 años, casado, se colocó frente al edificio sede de la Conferencia y, pisando una bandera soviética, se aplicó unas agujas hipodérmicas en los antebrazos para «derramar su sangre por la opresión» que su región de origen sufre bajo el dominio de la Unión Soviética. El pastor fue retirado del lugar por fuerzas de la Policía Nacional, que lo trasladaron a la Ciudad Sanitaria La Paz, donde fue atendido y, posteriormente, dado de alta.
A la misma hora, un grupo de unos diez japoneses, ataviados con túnicas amarillas y portando un estandarte y una pancarta con texto antimilitarista, se pasearon por el lugar. Fueron dispersados por la policía, que detuvo a cuatro de ellos, mientras entonaban diversos himnos.
Desde la plaza de los Sagrados Corazones, esquina al estadio Santiago Bernabéu, un grupo de unas cuarenta personas, que manifestaron pertenecer al Bloque Antibolchevique de Naciones (ABN), se dirigieron en manifestación hacia el palacio donde se celebra la Conferencia Europea. Bajo el lema «Libertad para todas las naciones.
Libertad para el individuo», los participantes portaban pancartas en las que pedían libertad para Ucrania y varios países del este europeo. Repartieron también octavillas, mientras daban vueltas a la plaza, en las que «exigen la liberación de las naciones subyugadas como única alternativa política para evitar una guerra atómica».
Otro grupo de personas, éstos nacidos en Letonia, pertenecientes a la Asociación Mundial de Letones Libres, quemaron una bandera de la URSS para denunciar la violación soviética de las disposiciones de¡ Acta Final de la Conferencia de Helsinki en los territorios de Letonia, Estonia y Lituania. Los manifestantes, intentaban hacer pública la violación de los derechos humanos en sus países de origen y el no reconocimiento del principio de autodeterminación de sus habitantes. Una gran pancarta con alusión a este tema fue colocada en la fachada principal del estadio de¡ Real Madrid, a la altura de la segunda planta. Miembros de la Policía Nacional la retiraron poco después.
Algunos de los participantes en las manifestaciones protagonizadas por personas nacidas en países de¡ este de Europa manifestaron su decisión de realizar una huelga de hambre por las mismas razones.
Asimismo, diversos escritos de denuncia de la violación de los derechos humanos en la República Democrática Alemana y sobre la existencia de cárceles de disidentes en los países del bloque soviético fueron depositados en las salas de Prensa de la sede de la CSCE.
Otras dieciocho personas, militantes de la Organización Comunista de España (Bandera Roja) y Unificación Comunista de España (véase página 3 de este mismo número), fueron detenidas por las Fuerzas de Orden Público cuando se manifestaban contra «la agresividad de las dos potencias mundiales».
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