Felipe González propone volver a definir la doctrina socialista internacional

A partir del congreso que mañana se inaugura en Madrid, bajo la presidencia del alemán Willy Brandt, la Internacional Socialista (IS) iniciará un proceso de adaptación a lo que el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Felipe González, calificó ayer de «fenómenos completamente nuevos», impensables cuando Carlos Marx la fundara, en 1864.

Así, el elemento fundamental que cohesiona la lucha por la liberación o la independencia de países del Tercer Mundo, explicó el dirigente socialista español en una conferencia de Prensa, no es la lucha de clases, sino la identidad nacional, «elemento que aglutina a sectores muy amplios de la sociedad y que, en una reciente fase de neocolonización, luchan contra la dominación por parte de alguna gran potencia».El principal dirigente de la oposición española destacó la intención de la Internacional Socialista de abandonar para siempre el eurocentrismo y abrirse al resto de los continentes, con especial incidencia en América Latina. De hecho, entre los 42 miembros que estarán presentes en Madrid hasta el domingo, «el peso de los no europeos será cuantitativamente superior», concretamente veinticinco delegaciones procederán de zonas ajenas al Viejo Continente. La proporción se eleva si se tiene en cuenta a los observadores.

Felipe González, junto a otros dos destacados miembros de la Internacional Socialista, deberá preparar durante los próximos cuatro años una nueva declaración de principios que sustituya a la de Francfort de 1951.

No obstante, González prefiere, y así lo reiterará en las próximas reuniones del Buró de la IS, redactar lo que denominó «un cuerpo de doctrina» en torno a una docena de temas candentes, de forma que la Internacional Socialista «adquiera un mayor rigor y sea más identificable para el mundo».

Aparte de la identidad nacional, el dirigente español citó otros elementos a tener en cuenta a la hora de enfrentar una redefinición de la IS ante la nueva situación mundial. Entre ellos, la incidencia de la nueva tecnología de los medios de comunicación de masas en cualquier proyecto de socialismo democrático; la emergencia del fenómeno de la mujer en su lucha por la igualdad de derechos; el impacto del sentimiento religioso en el Islam en los procesos de liberación de los pueblos musulmanes y la importancia del cristianismo militante en los procesos de cambio de América Latina.

La coincidencia en el tiempo, lugar y, a veces, en las personas responsables -«fortuita», en palabras de Felipe González- entre la reunión de la IS y la Conferencia sobre Segurícad y Cooperación en Europa fue tratada también por el secretario gerieral del PSOE, quien confia en que tal coincidencia «sea para bien», ya que los temas a tratar en ambos foros son similares. La seguridad, la cooperación en Europa y los derechos humanos serán centro de los debates.

La llegada. del republicano Ronald Reagan a la Casa Blanca influirá decisivamente en la política de Washington, en opinión de Felipe González. Respecto a la posible entrada de España en la OTAN, se permitió recomendar a la futura Administración norteamericana que, a fin de «evitar traumas añadidos a nuestro proceso de cambio democrático», trabajara con dos hipótesis: la integración de España en la OTAN y la posibilidad de que España siga siendo un país occidental que mantenga relaciones bilaterales específicas con Estados Unidos. El PSOE, recalcó Felipe Gorizález, no está contra la OTAN, sino contra la entrada de España en la Alianza, Atlántica.