_
_
_
_

Siete viajes por tres continentes

En dos años de pontificado, Juan Pablo II ha realizado siete viajes internacionales. Todo parece indicar que estos viajes, que le han llevado a continentes tan distintos como Europa, América y Africa, están influyendo en la personalidad del papa Wojtyla.El primero fue a, México, en la Navidad de 1979. El motivo del desplazamiento se lo brindó la celebración de la 111 Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (Celarri) en la ciudad mexicana de Puebla. Había grandes tensiones porque muchos pensaban que se iba a recortar la línea progresista y de compromiso político inaugurada en Medellín. La publicación inesperada de una carta de López Trujillo, secretario del Celam y patrocinador de la crítica a Medellín, a un miembro de la Conferencia Episcopal Brasileña, en la que aquél pedía se diera un serio correctivo a Leonardo Boff, uno de los corifeos de la «teología de la liberación», daba a entender la voluntad de los organizadores. Pero el papa Wojtyla no condenó nada, aunque advirtió que esa teología podía degenerar «si se comienza a politizar o a aplicar sistemas y medios de análisis que no son cristianos». Y bien se puede decir que, a pesar de su importante discurso en Puebla, la reunión del Celarri pasó a un segundo plano. Juan Pablo II salió a la calle y el mundo se enteró de un fenómeno que se repetiría luego constantemente: el pueblo le aclamaba, le hablaba de sus necesidades y le hacía portavoz de sus problemas. Sus discursos eran de todos los colores. Con los campesinos de Oaxaca protestaba contra la explotación de los ricos y pedía reformas profundas, y a los hombres de Iglesia les pedía más dedicación pastoral, más disciplina y ortodoxia, y a los cristianos les pedía cerrar filas.

Las mismas constantes se mantienen en su viaje a Brasil, último de los hasta ahora realizados, sólo que mucho más señaladas. Veinte millones de brasileños se movilizaron en torno al Papa. El Gobierno brasileño desapareció de la escena pública y, gracias al Papa, se pudo oír en la televisión lo nunca oído. Los pobres, los indios y los marginados contaron al país cómo sus hermanos habían sido asesinados y sus tierras arrebatadas, que tenían hambre y querían libertad. El Papa volvió a hablar de libertad, de reformas, aunque denunció la violencia y descalificó la lucha de clases. Esto originó que los sectores cristianos progresistas se preguntaran si el Papa aludía a la vía socialdemócrática. Las crónicas no cuentan si alguien planteó esta cuestión al Papa, pero de sus constantes declaraciones se desprende que el papa Wojtyla no entra en discusión con el capitalismo ni el socialismo. El habla de la justicia que viene del Evangelio y confía en que la fidelidad al mismo permita un arreglo de los problemas que padece el colectivo humano.Esta referencia a lo cristiano subyace igualmente en la defensa de determinados valores morales que hace ante la permisiva sociedad americana. El Papa arremete contra la licencia sexual, el control de natalidad o el aborto. Y ante los oyentes católicos defiende el celibato y desecha la idea de una ordenación de mujeres, tal y como pedía en Washington la hermana Theresa Kane.

Pero ningún viaje como el realizado a Polonia desvela las intenciones de este Pontífice. En Polonia, el Papa lloró, cantó, bailó y se sintió como un párroco feliz en medio de los suyos. La Prensa destacó, de entre sus discursos, la defensa de los derechos humanos, lo que, en un país como Polonia, sonaba a «subversivo». Con razón respiró el Gobierno a gusto cuando el Papa volvió a Roma. Pero fue en Giezno, cuna de la patria polaca, donde el Papa destapó el frasco de las esencias. Allí habló con orgullo de nacionalismo, porque la identidad nacional de Polonia está ligada a la unidad de fe. «¿No habrá dispuesto Cristo», decía él, «que este Papa polaco, que este Papa eslavo, manifieste precisamente ahora la unidad espiritual de la Europa cristiana, que, deudora de dos tradiciones, profesa, gracias a estas dos, una sola fe y un solo bautismo?». Esa evocación del pasado es su idea del futuro. Lo cristiano no sólo funciona como el supuesto desde donde es posible solucionar los problemas sociales del tercer mundo; lo cristiano vuelve a aparecer ahora como el punto de referencia para lograr la unidad de Europa y para acabar, por tanto, con el aislacionismo actual. Para un Papa venido de Polonia este planteamiento resulta plausible, porque la historia nacional, en sus orígenes y a lo largo de sus dolorosas vicisitudes, no se entiende al margen del cristianismo. Pero fuera de allí la historia ha tomado otros derroteros; en Occidente ha habido una larga lucha por la secularización que se considera irreversible.

La peregrinación de Juan Pablo II

1. A Méjico, del 26 de diciembre al 31 de enero de 1979.2. A Polonia, del 2 al 10 de mayo de 1979.

3. A Irlanda, del 29 de septiembre al 1 de octubre de 1979; a Estados Unidos, del 1 al 7 de octubre de 1979.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

4. A Turquía, el 28 de noviembre de 1979.

5. A Africa (Zaire, Ghana, Alto Volta, Costa de Marfil), del 2 al 12 de mayo de 1980.

6. A Francia, del 27 de mayo al 2 de junio de 1980.

7. A Brasil, del 30 de junio al 11 de julio de 1980.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_