Las negociaciones con el Polisario para liberar a los pescadores entran en una fase decisiva

Las conversaciones iniciadas aquí el 25 de octubre entre dos emisarios del Gobierno español, el embajador Emilio Cassinello y el subdirector del Ministerio de Asuntos Exteriores, José Cuenca, y una delegación del Polisario, dirigida por el ministro de Información de la RASD, Salem Uld Salek, han entrado desde ayer en una nueva fase, que parece decisiva, en la que ambas partes negocian el contenido de una declaración conjunta, destinada a obtener la liberación de los 38 pescadores españoles apresados por el Frente Saharaui.

Etapa de reflexión

Tras una primera etapa, caracterizada por la exposición de las posiciones de cada parte, y una segunda fase, que podría calificarse de reflexión, en la que el Polisario dispuso, al mismo tiempo, de dos interlocutores españoles (los emisarios del Gobierno y la delegación del PSOE, encabezada por su secretario general, Felipe González), las negociaciones España-Polisario han entrado ahora en una fase de despegue, que podría prolongarse durante varios días y cuya solución podría verse agilizada en la medida en, que el regreso a Madrid del ministro Pérez-Llorca, facilita el contacto entre éste y los emisarios, ya que estos últimos estuvieron prácticamente incomunicados con el ministro, mientras duró la escala en Yakarta de los Reyes.El que las delegaciones española y saharaui hayan decidido ir ahora al fondo de las cosas se ha visto facilitado por la decisión de Felipe González de congelar las gestiones que desde hace cinco meses mantenía con el Polisario discretamente para permitir que el Gobierno español continuara sus propias gestiones directas con los saharauis y en la medida en que el objetivo que anima a Gobierno y oposición es la liberación de los pescadores.

El Frente Polisario mantiene en las negociaciones su postura ya conocida: el problema de la liberación de los pescadores no tiene por qué ser discutido con prioridad, sino que debe formar parte de un bloque global relacionado con la petición de que España deje de pescar en las aguas del Sahara occidental, mientras no esté dispuesta a denunciar los acuerdos de pesca hispano-marroquíes.

Temas separados

La parte española entiende que el fin del cautiverio de 38 hombres, que no tienen responsabilidad política en la crisis, es un objetivo inmediato de esta negociación y pide, en consecuencia, que el Polisario libere a los pescadores, después de lo cual se podría entrar a discutir el tema de la pesca.En este tira y afloja de las dos partes, lo único que puede juzgarse es que ambos lados no desean que la negociación fracase y no quieren correr el riesgo de romper las conversaciones unilateralmente.