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La Comunidad declara "estado de crisis manifiesta" el sector del acero siderúrgico

El Consejo de Ministros de la Comunidad Económica Europea (CEE) aprobó, después de una larga discusión que se prolongó hasta la madrugada del pasado viernes, en Luxemburgo, la declaración del «estado de crisis manifiesta» en el sector siderúrgico. La República Federal de Alemania (RFA), único país que se había mostrado contrario, dio finalmente el visto bueno al plan preparado por la comisión europea que, a su vez, realiza importantes concesiones a la industria del acero de la RFA, según informa nuestra corresponsal en Bruselas.El «estado de crisis manifiesta», previsto en el artículo 58 del tratado de la Comunidad Económica del Carbón y el Acero (CECA), permite a la Comisión Europea contingentar autoritariamente la producción de los distintos tipos de acero, mediante la concesión de rigurosas cuotas. La aprobación del plan, que implica una reducción de la producción de entre un 15% y un 20%, ha precisado tres semanas de intensas negociaciones y tres consejos de ministros.

La RFA renunció, el pasado sábado 25, a hacer uso de su derecho de veto, a fin de evitar una crisis institucional (sus ocho «socios» estaban a favor de «estado de emergencia»), pero exigió que quedaran fuera de la contingentación los llamados aceros especiales. El comisario Etienne Davignon empleó cinco días en preparar una serie de modificaciones que permitieran salvar la cara a Bonn, sin poner en peligro todo el programa comunitario.

Las enmiendas introducidas por la RFA permiten que un 20% de su producción quede fuera de cuota, aunque sometido a estrecha vigilancia. Para evitar fraudes y manipulaciones, el Consejo de Ministros aprobó multas de hasta 9.000 pesetas-tonelada para los empresarios que no respeten los acuerdos.

La reunión definitiva se prolongó desde las cuatro de la tarde del jueves a las tres de la madrugada del viernes, y consistió en un continuo tira y afloja entre Davignon y el ministro de la RFA, conde Otto de Lambsdorff. El liberal Lambsdorff exigió hasta el último minuto que, al menos las tres cuartas partes de la producción de aceros especiales quedarán fuera de cuota, mientras que el comisario belga ofrecía sólo un cuarto.

El «estado de crisis manifiesta» ha entrado en vigor con efectos retroactivos desde el primero de octubre y durará hasta el próximo 30 de junio, fecha improrrogable. Aunque el texto del acuerdo no incluye cláusulas concretas sobre el comercio con países terceros -entre ellos España- fuentes comunitarias señalaron que, lógicamente, se pedirá a estos países un esfuerzo equivalente al que realiza la propia CEE para controlar la crisis. El próximo lunes día 3 se celebrará en Bruselas una sesión de seguimiento del acuerdo con España -por el que nuestro país exporta a los nueve cerca de 850.000 toneladas- en la que, previsiblemente, se adelantará la posición comunitaria para 1981.

Reacciones en Alemania Occidental

Este compromiso comunitario ha producido inesperadas reacciones en la República Federal de Alemania, según informa nuestro corresponsal en Bonn, Julio Sierra.

El ministro de Economía, conde Otto Lambsdorff, se confesó, ante la Prensa, como extraordinariamente pesimista respecto de que este acuerdo, en el que él mismo negoció la parte alemana, vaya a conducir a una solución duradera de la crisis, e incluso anticipó la posibilidad de que las empresas lleguen a despedir a poco menos de 8.000 trabajadores del sector. Como contraste, el sindicato del metal parece ahora muy confiado en que las empresas no recurran al despido para compensar el declive de la producción acerera hasta junio del próximo año.

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